Por Jorge Castañares
Junio 2010
Una moderna autopista, que corre entre añejos y verdes sauces, nos lleva de Metepec a Tenango de Doria, en el Valle de Toluca, antaño tierras agrícolas cubiertas de verdes milpas, en las faldas del volcán.
Una antigua zona boscosa, que ha ido gradualmente perdiendo sus árboles de encinos, pinos, oyameles y madroños. Ahora, sólo se distinguen islas verdes, dispersas en las inmediaciones de los cerros. Un anuncio a la izquierda del camino, señala la desviación al parque nacional Hermenegildo Galeana, un área natural protegida, que se encuentran entre Tenango y Tenancingo. Una muestra de lo que fue el bosque de antaño.
Crece la mancha urbana, los nuevos usos del suelo y surgen otras actividades productivas; los fraccionamientos, ya no se limitan a Metepec, un suburbio de Toluca, sino que avanzan a los demás municipios conurbados a la capital mexiquense. El viejo ecosistema del valle milenario está siendo profundamente modificado.
Una carretera de dos carriles, que en algunas partes de ascenso, se amplía a tres, nos conduce a través de colinas onduladas hacia nuestro destino. Al ascender a un punto elevado, se comienza a notar los múltiples plásticos, que cubren los sembradíos de flores, una floreciente actividad para los lugareños. De allí, comienza el descenso a una estrecha hondonada, rodeada de suaves sierras, donde se localiza Tenancingo.
Después de atravesar algunas calles estrechas, llegamos a uno de los principales atractivos del pueblo: el mercado del domingo. Este se extiende alrededor de la plaza principal, ocupando varias cuadras, bajo coloridas mantas de plásticos. Allí se venden muchas cosas, pero los visitantes van por tres: los rebozos, los licores de variadas frutas y la amplia oferta gastronómica, que incluye la famosa “panza de obispo” (embutido de cerdo con muchas yerbas aromáticas).
Al caminar por los puestos, me percato que este pueblo, ya no es el mismo que conocí en los años de la adolescencia. La presencia del bosque se sentía en todos sus rincones; la perenne humedad, que se respiraba desde sus plazas, ha desaparecido; y las laderas, antaño cubiertas de verde de sus cerros, han dado paso a las construcciones. Entre ellas destaca un gran Cristo blanco, que corona una elevación cercana, a la cual se asciende por una empinada cuesta.
A la salida del pueblo, un nuevo anuncio señala la otra área natural protegida cercana a la población: el Santo Desierto de Tenancingo, una extensión de pinos, encinos, oyameles y otras especies. En medio del paisaje vegetal, un viejo monasterio carmelita, lugar de retiro y oración, que data de la colonia. Su visita es recomendada en las guías turísticas locales, aunque quedó pendiente por falta de tiempo para otra ocasión.
A varios años de distancia, tengo la impresión que la zona ha perdido sus otrora extensas áreas verdes; el clima se ha modificado; el agua, antes abundante, está menos presente; y los cerros se ven desforestados. Esto indica el rápido deterioro del medio ambiente, no exclusivo de este valle, sino de todo el país, donde según las estimaciones más recientes, se ha perdido el 50% de la cobertura vegetal.
Aunque desconozco, el alcance real de este deterioro, sin duda ello afectará el potencial de recarga de los mantos acuíferos, el suelo, la reproducción del propio bosque, la fauna y la regulación misma del clima. Esto ya está sucediendo en la cuenca cercana del Valle de Bravo, donde la rápida desforestación, está cambiando el clima, el ciclo de las lluvias y su capacidad de proveer de líquido a las grandes concentraciones urbanas de Toluca y ciudad de México.
Durante una pausa de esta breve excursión, me topé con una nota periodística, donde se reseñaba cómo el rápido proceso de sedimentación de las lagunas del Nevado de Toluca, se había logrado detener a través del esfuerzo conjunto de varias instancias. Este deterioro, de origen principalmente humano, se había frenado en un tiempo menor a lo previsto. Estas acciones se tomaron como parte de una cultura ambiental, la cual puede ser decisiva en frenar el deterioro de otras áreas naturales de la vecina entidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario