jueves, 30 de enero de 2020

Malouf: una visión informada del Medio Oriente


Ciudad de México, enero 2019

El naufragio de las civilizaciones[1]

Amin Maalouf, es novelista, ensayista y periodista, nació en Líbano, vivió en Egipto y emigró a Francia, donde adquirió la nacionalidad.

El autor rememora el mundo donde nació, lo que antaño se llamaba Levante; parte de su infancia transcurrió en Heliópolis y más adelante vivió nuevamente en Líbano hasta su salida por violencia que se extendió en el país durante varios años.

El Levante es para el autor un mundo que ya desapareció y teme que el actual tenga el mismo destino.

El autor inicia su relato con la bonanza material y cultural que vivió Egipto a finales de la Segunda Guerra, el ascenso de Nasser como el dirigente más popular del mundo árabe, cuya política nacionalista hizo que muchos extranjeros incluyendo a su familia dejaran Egipto, aunque el personaje despertará en su momento grandes esperanzas en el mundo árabe.

En lo interno su política fue adversa, ya que censuró a la prensa, vigiló a la población, tuvo una mala gestión económica y su demagogia fue dañina para la estabilidad no sólo de su país sino del mundo árabe.

A partir de la sociedad que conoció en Líbano se declara contrario a cualquier propósito de homogenizar culturas; está a favor de sociedades abiertas, donde haya pluralidad religiosa, étnica y abierta al contacto del resto del mundo.

En los sesenta el autor menciona que Líbano había sustituido ya a Egipto como el centro cultural del Oriente Árabe, situación que terminaría con el surgimiento de las rivalidades políticas entre las varias comunidades que se repartían el poder en el país. Sin embargo, estas diferencias serían fomentadas por los conflictos de los estados vecinos, primero con la llamada República Árabe Unida (Egipto y Siria) luego con el conflicto árabe israelí. Estas presiones hicieron que el país retrocediera de manera dramática.

El autor hace una crítica severa al sistema de cupos políticos que constituyó la base de la repartición del poder entre las comunidades que integraban la sociedad libanesa. Se trataba de un sistema donde cada una de ellas buscaba beneficios y se olvidaba lo que le convenía al país en su conjunto. Esto paralizó al país.

El autor también señala que las grandes ideologías tuvieron un papel importante en la región, citando por ejemplo que el marxismo de algunas organizaciones políticas árabes hizo que las orientaciones religiosas y las ofensivas contra las minorías pasaran a un segundo plano; algunos de los dirigentes de estas agrupaciones eran miembros destacados de minorías que luego serían perseguidas. Esto, advierte el autor, sin dejar de lado que los resultados de los gobiernos de estos grupos al final hayan sido desastrosos.

En el recuento del autor hay acontecimientos que busca resaltar en su explicación de la realidad que enfrenta actualmente al mundo árabe, entre ellos sobresale la guerra árabe israelí de 1967 con su impacto sobre la estima de los dirigentes árabes incluyendo el del gran dirigente de entonces Nasser, que a partir de este suceso perdería gran brillo en el mundo. El gran beneficiario de dicha derrota sería a la larga el islamismo político. El intento de corregir dicho fracaso en 1973 sólo agravaría la herida.

Esta situación repercutiría negativamente en Líbano cuando el movimiento palestino buscó una base desde donde llevar a cabo su lucha contra Israel, optando por este país en vez de Jordania, donde el monarca se opuso a otorgarles las libertades que buscaban. Esto se pudo hacer con la anuencia cómplice de las autoridades, no porque aprobaran la lucha sino no podían impedirlo. Sin embargo, Líbano a pesar de la guerra en sus fronteras tuvo un renacimiento intelectual y cultural a causa de que fue el paso de muchos testigos que daban cuenta del conflicto. Por desgracia, Siria a partir de las dificultades buscaría ejercer una especie de tutelaje sobre Líbano, que causó también fuertes tensiones internas.

En el desarrollo de los acontecimientos posteriores el autor va a señalar una serie de incidentes que van desde la crisis del petróleo en 1974 hasta los que sucedieron en 1979: dos movimientos conservadores que serían luego calificados de revolucionarios. La llegada al poder del ayatola Jomeini en Irán y la de Margaret Thatcher en el Reino Unido. Además, hay dos acontecimientos que tienen repercusiones en el mundo: el ascenso de Deng Xiaping en China y la llegada al papado de Juan Pablo II. Finalmente, se tiene la invasión soviética de Afganistán, que duró diez años, causando una profunda desmoralización en el pueblo ruso y en última instancia, la explosión del imperio soviético.

A partir de estos incidentes el autor relata una serie de cambios en el mundo árabe en Irán, Pakistán, Afganistán y Arabia Saudita, lo que llevó al surgimiento de una nueva realidad y a la construcción de alianzas en la región por ejemplo Irán con los palestinos, Siria y Yemen o la postura de Arabia Saudita de convertirse, gracias a los amplios recursos del petróleo, en un nuevo poder de influencia regional.

A los cambios visibles que se han anotado se sucedieron otros menos visibles que desembocarían en los movimientos extremistas como Hezbollah en Líbano, Hamas y la yihad islámica en Gaza y finalmente en el llamado Estado Islámico.

A esta situación el autor va añadir nuevos fenómenos globales como el crecimiento de las disparidades, la creciente pérdida de los factores de unión al interior de los países, el aumento de la tensión racial, la exasperación de los sentimientos identitarios (se amplían las diferencias entre nosotros y los demás).

Algunos factores que apuntan a efectos disgregadores en nuestras sociedades: la partición (desmembramiento) de territorios, las mayorías intolerantes y las naciones que quieren construirse sobre la base de identidades étnicas, religiosas o raciales.

El autor considera que, a pesar de los avances en la integración de Europa, ello no se está haciendo como demandan los tiempos actuales, ya que Europa tiene más elementos positivos con respecto a Estados Unidos para convertirse en referencia y ello sólo abonará a que se extienda el sentimiento de naufragio que contagia a muchos analistas de la escena internacional.

En el autor parecen coincidir varias preocupaciones que parten de lo que para él fueron las causas que se conjugaron en los países donde vivió por largo tiempo que llevaron a su retroceso y que estima que ahora se están presentando a nivel mundial con nuevas amenazas que pueden detener la marcha de nuestra civilización, ya sea en Occidente como en Oriente.


[1] Amin Maalouf, el naufragio de las civilizaciones, Alianza Editorial, 2019

2 comentarios:

  1. Interesante!. Algo que aprender de ese mundo oculto, a propósito o no, que es el medio oriente, lo leeremos con interés.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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