lunes, 15 de julio de 2019

Marai: un notable heredero de la tradición literaria europea


Ciudad de México, julio de 2019




Sandor Marai: heredero de la gran tradición literaria europea[1]


En esta breve novela del conocido escritor húngaro Sandor Marai (1900-1989), publicada en 1943, los hechos transcurren en la Budapest previa al estallido de la Segunda Guerra Mundial (hay toque de queda en la ciudad, pero no se combate), trata de la relación de un funcionario del gobierno con una enigmática joven de origen finlandés que le recuerda otra conocida que fue su amiga, confidente y quien le relata una triste historia familiar. El funcionario está por tomar una decisión que tendrá repercusiones, pero espera instrucciones de otra persona

En la narración, el autor nos da a conocer que la amiga del funcionario que se llamaba Ilona, se suicidó y el padre de ella la descubre que el responsable es un profesor que se ha convertido en una celebridad. El funcionario lo conoce, pero lo encuentra que no encaja en la imagen de un conquistador y comienza a indagar sobre las razones del suicidio, las cuales resultan probablemente conectadas a la historia familiar.

En lo que sigue, el autor nos relata que el funcionario se pasea con la nueva conocida por Budapest, la lleva a la ópera y la invita a su departamento, donde le plática de su relación con un anciano que conoce en París, ciudad a la cual se trasladó después de la caída de Finlandia, que tiene un secreto que hará cambiar la vida de las personas en Francia.

En el departamento, tiene lugar el evento más importante de la novela, ya que el funcionario se enterará que la nueva conocida sabía de la existencia de la mujer que aparece en la fotografía que tiene en la pieza (su vieja amiga Ilona) por otra persona que tenía una idéntica (el profesor), y quien fue quien le sugirió que lo buscara. Ella le pide hacer una llamada, que escucha en otro idioma, luego le confiesa que no se siente ligado a él y finalmente le anuncia que se va. La observa desde la ventana. La estancia está vacía, pero tiene la seguridad de que alguien lo guía en sus pasos.

En esta novela profundiza el autor con el estudio de las personalidades de sus personajes, lo singular de ellas; los designios del destino que hacen difícil escapar de ellos (la carga suicida en su amiga, el camino irreversible a la guerra); la comparación entre la nueva conocida y su antigua amiga que no logra superar las diferencias culturales (“la joven tenía un aspecto salvaje, lleva el alma de un pueblo que vive cerca de la naturaleza”); los matices que relacionan o distancian a las personas (“Dios a modo de regalo y castigo nos dio un matiz, nos diferencia y nos hace no ser una simple continuación y repetición”); los secretos que son guardados pero que se transmiten entre las personas a lo largo del tiempo provocando cambios en el mundo; y la voluntad como una acción que es inspirada por lo divino (¿ Quién la envía, Dios? No ha venido por voluntad).

En síntesis, la novela de Marai hace planteamientos conceptuales, dibuja a sus personas en tonos sofisticados, explora conflictos complejos entre ellos, analiza las personalidades bajo el concepto del matiz* y hace grandes preguntas sobre el destino, la creación, entre otros.

*La intensidad del sentimiento, la intensidad de la respuesta con que el eterno actor reacciona ante la situación en la eterna película, ante la situación del hombre y el mundo.



[1] Sandor Marai, La Gaviota, Narrativa Salamandra, 2011.

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