Ciudad de México, julio de 2019
Sandor
Marai: heredero de la gran tradición literaria europea[1]
En esta
breve novela del conocido escritor húngaro Sandor Marai (1900-1989), publicada en 1943, los hechos
transcurren en la Budapest previa al estallido de la Segunda Guerra Mundial
(hay toque de queda en la ciudad, pero no se combate), trata de la relación de
un funcionario del gobierno con una enigmática joven de origen finlandés que le
recuerda otra conocida que fue su amiga, confidente y quien le relata una
triste historia familiar. El funcionario está por tomar una decisión que tendrá
repercusiones, pero espera instrucciones de otra persona
En
la narración, el autor nos da a conocer que la amiga del funcionario que se
llamaba Ilona, se suicidó y el padre de ella la descubre que el responsable es
un profesor que se ha convertido en una celebridad. El funcionario lo conoce,
pero lo encuentra que no encaja en la imagen de un conquistador y comienza a
indagar sobre las razones del suicidio, las cuales resultan probablemente
conectadas a la historia familiar.
En
lo que sigue, el autor nos relata que el funcionario se pasea con la nueva
conocida por Budapest, la lleva a la ópera y la invita a su departamento, donde
le plática de su relación con un anciano que conoce en París, ciudad a la cual
se trasladó después de la caída de Finlandia, que tiene un secreto que hará
cambiar la vida de las personas en Francia.
En
el departamento, tiene lugar el evento más importante de la novela, ya que el
funcionario se enterará que la nueva conocida sabía de la existencia de la
mujer que aparece en la fotografía que tiene en la pieza (su vieja amiga Ilona)
por otra persona que tenía una idéntica (el profesor), y quien fue quien le
sugirió que lo buscara. Ella le pide hacer una llamada, que escucha en otro
idioma, luego le confiesa que no se siente ligado a él y finalmente le anuncia
que se va. La observa desde la ventana. La estancia está vacía, pero tiene la
seguridad de que alguien lo guía en sus pasos.
En esta
novela profundiza el autor con el estudio de las personalidades de sus
personajes, lo singular de ellas; los designios del destino que hacen difícil
escapar de ellos (la carga suicida en su amiga, el camino irreversible a la
guerra); la comparación entre la nueva conocida y su antigua amiga que no logra
superar las diferencias culturales (“la joven tenía un aspecto salvaje, lleva
el alma de un pueblo que vive cerca de la naturaleza”); los matices que
relacionan o distancian a las personas (“Dios a modo de regalo y castigo nos
dio un matiz, nos diferencia y nos hace no ser una simple continuación y
repetición”); los secretos que son guardados pero que se transmiten entre las
personas a lo largo del tiempo provocando cambios en el mundo; y la voluntad
como una acción que es inspirada por lo divino (¿ Quién la envía, Dios? No ha
venido por voluntad).
En
síntesis, la novela de Marai hace planteamientos conceptuales, dibuja a sus
personas en tonos sofisticados, explora conflictos complejos entre ellos,
analiza las personalidades bajo el concepto del matiz* y hace grandes preguntas
sobre el destino, la creación, entre otros.
*La intensidad del sentimiento, la
intensidad de la respuesta con que el eterno actor reacciona ante la situación
en la eterna película, ante la situación del hombre y el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario