Ciudad
de México, diciembre de 2018
Una revolución tecnológica que produce asombro y alarma.[1]
El
avance de la robotización y de la inteligencia artificial, según advierte el
autor y periodista, tiene un aspecto negativo en la pérdida de empleos durante
los próximos 15 o 20 años.
El
autor lleva a cabo varias entrevistas a futurólogos para corroborar cómo se
están dando los cambios en varios ámbitos laborales y sus probables efectos en
el desempleo. Las opiniones las catalogo de acuerdo a sus fuentes como tecno
optimistas y tecno pesimistas. Las primeras afirman que los cambios
tecnológicos van a crear más empleos de los que destruyen, que todo será más
barato y la gente tendrá más tiempo para el ocio. Las segundas tienen serias
dudas a que los cambios nos lleven a un mundo feliz.
El autor menciona un ranking
donde aparecen los trabajos que serán más amenazados por el avance tecnológico:
los primeros serán los vendedores por teléfono, de seguros, los auditores, los
bibliotecarios y los agentes aduaneros.
El
avance tenderá a reemplazar a la mayoría de las labores principalmente las que
implican rutinas tanto en las oficinas como en las fábricas, pero discrepo en
cuánto a que incluya a los chefs, ya que considero que su trabajo está lejos de
ser de rutina.
En
cuanto al desempleo afirma que la gente que esté mejor preparada será la más
hábil para moverse hacia otros empleos, aunque en la actualidad parece que de
acuerdo a las estadísticas los índices de desempleo más altos son aquellos que
tienen las personas con mejor preparación (titulados universitarios).
Por
otro lado, el avance de la tecnología y de la inteligencia artificial tiene sus
diferencias en cuanto a los niveles de desarrollo de los países probablemente
Japón está a la cabeza, pero cuánto tardará para que dichos cambios se expandan
a países como Kenia, Filipinas o Bolivia.
Adicionalmente,
si los más preparados serán los que tengan empleo como el mismo autor señala,
es probable que exista una creciente desigualdad social, lo que puede llevar a
inestabilidad política. El autor se pronuncia por el ingreso básico universal
como un medio para compensar la desigualdad, aunque es una propuesta que está
todavía en discusión en muchos países.
Los
países en desarrollo también serán amenazados porque los empleos están
concentrados en sectores que serán más afectados por el cambio tecnológico. No
ha habido, por falta de visión de la clase política, mayores inversiones en
nuevas tecnologías y los sistemas educativos muestran muchas carencias
complicadas por las distorsiones del internet (he escuchado recientes
comentarios donde la gente ha considerado que la lectura de un libro es una
cosa de museo).
En
su diagnóstico de carreras del futuro el autor señala que éstas deberán ser más
interdisciplinarias además de incluir más capacidades tecnológicas, habilidades
de razonamiento crítico, resolución de problemas y trato interpersonal. El
elemento auto motivacional debe según el mismo estar también presente, ya que
de acuerdo a su experiencia si no hay pasión no hay vocación.
El
autor expone los avances de la robotización y la inteligencia artificial en las
áreas del periodismo, los servicios como el hospedaje y la alimentación, la
banca, la asesoría legal, la contabilidad y los seguros, la medicina, la
enseñanza, las fábricas, el transporte y el entretenimiento.
En
su exposición enumera ejemplos que ha recopilado en el mundo ya sea
directamente o a través de varias fuentes, aunque en ningún caso parece que los
humanos podrán ser totalmente desplazados del de desempeño de actividades. En
la mayoría de ellos la robotización coexiste con el desempeño humano
insustituible en el periodismo, la medicina, los servicios legales, la
educación, la manufactura y otras actividades.
En
el epílogo incluye una lista de los 10 trabajos del futuro (lo que sería ya a
partir de 2020) de los cuales sólo me veo en posibilidad de ejercer en
asistencia en salud, la enseñanza y el ámbito de los artistas, los otros los
considero lejos de mis habilidades.
El
autor concluye que la pérdida de empleos en el corto plazo será lo más
complicado, pero en el largo plazo habrá productos más baratos y mayor
crecimiento económico.
El
autor se expresa de manera positiva de los avances de la robotización en
diversas áreas y en países como Japón, aunque en muchos casos en mi opinión las
hará terriblemente aburridos y carentes de originalidad. En este sentido, soy
partidario de lo que un entrevistado afirmó con respecto al cambio tecnológico:
innovación pero con toque humano. No está por demás señalar que el mismo autor advierte
de manera crítica que la adicción tecnológica está produciendo problemas de
aislamiento, déficit de atención, depresión y hasta suicidios. En su mismo país
de referencia Japón los jóvenes que viven pegados a los teclados electrónicos
suman millones. En fin, los sicólogos y siquiatras van a tener más trabajo en
los próximos años.
En
cuanto a lo que afirma que el avance tecnológico nos dará más tiempo de ocio,
que nos permitirá recuperar el arte, la conversación, la lectura y la buena
música me parece que su visión choca con la realidad que ya estamos hoy
observando debido a los severos problemas de adicción que llevan principalmente
a los jóvenes a perderse en un mundo de intercambios triviales, videojuegos y
realidades virtuales a través de las redes sociales. Esto aunado a que los
jóvenes a pesar de los medios están cada vez más aislados como resultado de contar
con aplicaciones electrónicas que les permiten contratar todo tipo de servicios
(comida, compras, series de televisión, etcétera) sin tener que interactuar con
otros seres humanos.
En
fin, un mundo de alto desarrollo tecnológico que facilitará nuestra vida
cotidiana, pero para mí muy poco atractivo en muchas áreas de actividades,
donde probablemente van a proliferar personas aisladas con escaso contacto
personal, muy dependiente de los medios electrónicos, con una dudosa capacidad
de desarrollar las habilidades creativas y de razonamiento que el autor estima
serían requeridas para sortear las complicaciones de la vida y por ello más
fácil de manipulación.
[1]
Andrés Oppenheimer ¡Sálvese quien pueda! El
futuro del trabajo en la era de la automatización, Debate, Primera edición
agosto 2018.
Opino, que se trata de una nueva oportunidad de crear bajo un contexto diferente, esto es que, apoyados, como nunca en la historia, de la tecnología, llegar a otros niveles. En la historia de la humanidad, las etapas que nos permiten transcender son las importantes. No creo que la opción sea prejuzgar o predeterminar los resultados, cuando todavía estamos en el proceso, del cual ya no podemos sustraernos, sino todo lo contrario: adecuarnos al mismo y lo mas importante, USAR dichas herramientas para llegar a otros niveles.
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