domingo, 2 de diciembre de 2018

Una revolución tecnológica que produce asombro y alarma


Ciudad de México, diciembre de 2018

Una revolución tecnológica que produce asombro y alarma.[1]

El avance de la robotización y de la inteligencia artificial, según advierte el autor y periodista, tiene un aspecto negativo en la pérdida de empleos durante los próximos 15 o 20 años.

El autor lleva a cabo varias entrevistas a futurólogos para corroborar cómo se están dando los cambios en varios ámbitos laborales y sus probables efectos en el desempleo. Las opiniones las catalogo de acuerdo a sus fuentes como tecno optimistas y tecno pesimistas. Las primeras afirman que los cambios tecnológicos van a crear más empleos de los que destruyen, que todo será más barato y la gente tendrá más tiempo para el ocio. Las segundas tienen serias dudas a que los cambios nos lleven a un mundo feliz.

El autor menciona un ranking donde aparecen los trabajos que serán más amenazados por el avance tecnológico: los primeros serán los vendedores por teléfono, de seguros, los auditores, los bibliotecarios y los agentes aduaneros.
El avance tenderá a reemplazar a la mayoría de las labores principalmente las que implican rutinas tanto en las oficinas como en las fábricas, pero discrepo en cuánto a que incluya a los chefs, ya que considero que su trabajo está lejos de ser de rutina.

En cuanto al desempleo afirma que la gente que esté mejor preparada será la más hábil para moverse hacia otros empleos, aunque en la actualidad parece que de acuerdo a las estadísticas los índices de desempleo más altos son aquellos que tienen las personas con mejor preparación (titulados universitarios).

Por otro lado, el avance de la tecnología y de la inteligencia artificial tiene sus diferencias en cuanto a los niveles de desarrollo de los países probablemente Japón está a la cabeza, pero cuánto tardará para que dichos cambios se expandan a países como Kenia, Filipinas o Bolivia.

Adicionalmente, si los más preparados serán los que tengan empleo como el mismo autor señala, es probable que exista una creciente desigualdad social, lo que puede llevar a inestabilidad política. El autor se pronuncia por el ingreso básico universal como un medio para compensar la desigualdad, aunque es una propuesta que está todavía en discusión en muchos países.
Los países en desarrollo también serán amenazados porque los empleos están concentrados en sectores que serán más afectados por el cambio tecnológico. No ha habido, por falta de visión de la clase política, mayores inversiones en nuevas tecnologías y los sistemas educativos muestran muchas carencias complicadas por las distorsiones del internet (he escuchado recientes comentarios donde la gente ha considerado que la lectura de un libro es una cosa de museo).

En su diagnóstico de carreras del futuro el autor señala que éstas deberán ser más interdisciplinarias además de incluir más capacidades tecnológicas, habilidades de razonamiento crítico, resolución de problemas y trato interpersonal. El elemento auto motivacional debe según el mismo estar también presente, ya que de acuerdo a su experiencia si no hay pasión no hay vocación.

El autor expone los avances de la robotización y la inteligencia artificial en las áreas del periodismo, los servicios como el hospedaje y la alimentación, la banca, la asesoría legal, la contabilidad y los seguros, la medicina, la enseñanza, las fábricas, el transporte y el entretenimiento.

En su exposición enumera ejemplos que ha recopilado en el mundo ya sea directamente o a través de varias fuentes, aunque en ningún caso parece que los humanos podrán ser totalmente desplazados del de desempeño de actividades. En la mayoría de ellos la robotización coexiste con el desempeño humano insustituible en el periodismo, la medicina, los servicios legales, la educación, la manufactura y otras actividades.

En el epílogo incluye una lista de los 10 trabajos del futuro (lo que sería ya a partir de 2020) de los cuales sólo me veo en posibilidad de ejercer en asistencia en salud, la enseñanza y el ámbito de los artistas, los otros los considero lejos de mis habilidades.

El autor concluye que la pérdida de empleos en el corto plazo será lo más complicado, pero en el largo plazo habrá productos más baratos y mayor crecimiento económico.

El autor se expresa de manera positiva de los avances de la robotización en diversas áreas y en países como Japón, aunque en muchos casos en mi opinión las hará terriblemente aburridos y carentes de originalidad. En este sentido, soy partidario de lo que un entrevistado afirmó con respecto al cambio tecnológico: innovación pero con toque humano. No está por demás señalar que el mismo autor advierte de manera crítica que la adicción tecnológica está produciendo problemas de aislamiento, déficit de atención, depresión y hasta suicidios. En su mismo país de referencia Japón los jóvenes que viven pegados a los teclados electrónicos suman millones. En fin, los sicólogos y siquiatras van a tener más trabajo en los próximos años.

En cuanto a lo que afirma que el avance tecnológico nos dará más tiempo de ocio, que nos permitirá recuperar el arte, la conversación, la lectura y la buena música me parece que su visión choca con la realidad que ya estamos hoy observando debido a los severos problemas de adicción que llevan principalmente a los jóvenes a perderse en un mundo de intercambios triviales, videojuegos y realidades virtuales a través de las redes sociales. Esto aunado a que los jóvenes a pesar de los medios están cada vez más aislados como resultado de contar con aplicaciones electrónicas que les permiten contratar todo tipo de servicios (comida, compras, series de televisión, etcétera) sin tener que interactuar con otros seres humanos.

En fin, un mundo de alto desarrollo tecnológico que facilitará nuestra vida cotidiana, pero para mí muy poco atractivo en muchas áreas de actividades, donde probablemente van a proliferar personas aisladas con escaso contacto personal, muy dependiente de los medios electrónicos, con una dudosa capacidad de desarrollar las habilidades creativas y de razonamiento que el autor estima serían requeridas para sortear las complicaciones de la vida y por ello más fácil de manipulación.


[1] Andrés Oppenheimer ¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la automatización, Debate, Primera edición agosto 2018.


1 comentario:

  1. Opino, que se trata de una nueva oportunidad de crear bajo un contexto diferente, esto es que, apoyados, como nunca en la historia, de la tecnología, llegar a otros niveles. En la historia de la humanidad, las etapas que nos permiten transcender son las importantes. No creo que la opción sea prejuzgar o predeterminar los resultados, cuando todavía estamos en el proceso, del cual ya no podemos sustraernos, sino todo lo contrario: adecuarnos al mismo y lo mas importante, USAR dichas herramientas para llegar a otros niveles.

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