miércoles, 19 de diciembre de 2018

Del discurso a la realidad: el paquete económico 2019


     Ciudad de México, diciembre de 2018


A escena el primer presupuesto federal


El primer presupuesto (PEF) del gobierno viene enmarcado por una visión donde considero predominaron los criterios siguientes:

Centralista (se privilegian las obras del gobierno central)

Alto al derroche (se recortan los gastos operativos)

Combate a la corrupción (se elimina los gastos opacos)

Atención a la población más vulnerable incluyendo becas a los jóvenes (primero los pobres)

Atención a los desequilibrios regionales (los estados del sur y sureste serán los principales beneficiarios de muchos proyectos)

Los supuestos macroeconómicos que sustentan las cifras del PEF pueden ser en algunos casos cuestionables aunque tienden en general a ser prudentes.
El materia de crecimiento 2019 se estima una tasa de 2%, la cual está dentro del rango de la manejada por Banxico (1.8-2.8% según el último informe),por debajo del 2.5% de la OCDE y del 2.20% de la Encuesta de los especialistas consultados por el Banxico según su informe del 1º de noviembre de este año.

La estimación de la inflación, de 3.4% para 2019 coincide con lo que ha manejado tanto Banxico como la OCDE aunque es menor a la que tiene la encuesta de especialistas en economía en su última publicación (3.7%)

En materia cambiaria, el tipo de cambio para el cierre del año de 20 pesos por dólar (hay estimaciones más bajas), resulta bastante optimista, dada la volatilidad cambiaria que hemos vivido en los últimos tiempos, en la cual intervienen factores internos y externos en particular el ajuste de las tasas de interés de la Reserva Federal, que todo indica va a continuar durante el próximo año (esto está moviendo masivamente el capital de los llamados mercados emergentes hacia Estados Unidos)

En este mismo caso, se encuentra la estimación del precio mezcla del crudo (dólares por barril) de 55 dólares con un mercado que ha tenido una trayectoria descendente desde hace varios meses en el marco de un supuesto acuerdo de oferta entre Arabia Saudita con Estados Unidos para mantener los precios bajos.

Finalmente, la plataforma de exportación de petróleo crudo, estimada en 1016 000 barriles diarios es congruente con la caída que registra la producción petrolera del país (una reducción de 176 000  barriles diarios de exportación con respecto a 2018).

No se incluyen aumentos de impuestos salvo en términos reales como se había prometido. Sin embargo, la reducción de impuestos en la frontera (IVA e ISR) se mantiene aunque con un impacto diluido debido a que es un beneficio que se otorgará ex post y previo solicitud cumpliendo cientos requisitos (al corriente ante Hacienda, tener domicilios fiscales y producir en los municipios fronterizos que serán beneficiados, etcétera). El costo estimado de alrededor de 47 mil millones resulta bajo en términos presupuestales.

En cuanto a deuda, aunque se había dicho que no se recurriría a mayor deuda se tiene un incremento de 500 000 millones de pesos en el endeudamiento (490 mil millones deuda interna y el resto externa) con lo que no sabemos si se podrá revertir la tendencia de los últimos años en el aumento de la participación de la deuda en el PIB.

Los principales ingresos provendrán de la tributación (61.4% del total), con un incremento de 7% con respecto a 2019; los provenientes del petróleo (20% del total) se estima registren un incremento mayor.

En materia del gasto, el gasto corriente representará el 43.5% del gasto total y el de inversión el 12.2% del mismo el próximo año. Sin embargo, estas cifras no son muy contrastantes con las que se registraron para los mismos conceptos en 2018: 41% y12.2% , respectivamente. El freno al gasto corriente probablemente no va modificar esta relación, lo cual ya sería un avance positivo.

El superávit primario (la diferencia entre ingresos y gastos sin considerar el pago de los intereses de la deuda) se estimó en 1% del PIB para 2019, el cual muchos expertos consideran difícil que se cumpla por la caída  que se estima en los ingresos tributarios recaudados en frontera (IVA, ISR, IEPS) y los proyectos de inversión que se quiere realizar.

El PEF 2019 crecería en 6% en términos reales con respecto al 2018 (la inflación como se comentó se estima en 3.4% para el próximo año)

Los proyectos anunciados por el nuevo presidente son los que se privilegian: la pensión de los adultos mayores, los jóvenes que recibirán becas para realizar un aprendizaje con valor curricular en las empresas, el sistema aeroportuario de la ciudad de México, la beca para estudiantes de educación media superior, la siembra de árboles, el plan de reconstrucción, la regeneración de colonias marginadas, la pensión para las personas con discapacidad, apoyo a los precios de garantía y el inicio de las obras del llamado tren maya (el proyecto transístmico donde existen ya muchos estudios sobre su viabilidad, se incluyó en zonas económicas especiales).

Los ajustes por dependencia incluyen por orden de magnitud aumentos en: Bienestar, Trabajo, Energía, Educación, Defensa, Turismo, Desarrollo Territorial y Salud y disminuciones en Comunicaciones, Marina, Agricultura, Medio Ambiente, Hacienda, Gobernación, Cultura, Economía, Relaciones Exteriores y Función Pública.

Los aumentos están en razón de los proyectos prioritarios de la nueva administración: guardia nacional, población vulnerable y becas para jóvenes, capacitación laboral, inversión en el sector de energía (Pemex y CFE con incrementos de recursos de 14 y 8% respectivamente), reforestación (recursos que pasaron de Agricultura a la Secretaría de Bienestar) y turismo (tren maya).

Los órganos autónomos, no bien vistos por la actual administración, serán ajustados con excepción del INEGI.

Los recortes más comentados del PEF están en las áreas de educación superior (UNAM, IPN, UAM y otras universidades estatales), cultura, ciencia y tecnología, campo (recursos que pasan a la reforestación que manejará Bienestar) y medio ambiente en particular a lo que se refiere al manejo del agua.

Las promesas no cumplidas:

Las participaciones y aportaciones (Ramo 33) a los estados crecen en 8.4% y en 2.4% respectivamente a pesar de la promesa de un mayor incremento. Sin duda que hay diferencias entre los estados en razón de los criterios de la Ley de Coordinación Fiscal. Cabe destacar, que a los estados con excepción de la Ciudad de México no les importa la recaudación, por lo que el llamado a aumentar sus ingresos locales no es incorrecto pero será muy difícil que lo aplican, ya que consideran que la federación les debe dar lo que necesitan. El aumento de impuestos estatales lo consideran impopular, por lo que lo rechazan de manera tajante.

Los recursos a las universidades públicos, entre las cuales algunas están en crisis financiera desde hace algún tiempo, no se otorgaron conforme a lo prometido. Sin embargo, un reciente informe sobre las causas de esta crisis puede haber sido relevante en la decisión que se tomó: salarios altos de los funcionarios universitarios, prestaciones privilegiadas, creación de plazas sin mayor justificación, entre otras.

Los fondos del polémico Ramo 23, a través de los cuales se daban apoyos discrecionales a estados y municipios y que se manejaron para fines ajenos a los establecidos disminuyeron sensiblemente (30.5%) pero no desaparecieron como algunos proponían. En el ramo permanecen el Fonden, el Fopreden, el FEIP, el FEIEF más otros de menor cuantía. Esto significará menores recursos para los estados y municipios, lo que hará más crítica la situación de alguno de ellos.

La reducción de los gastos de comunicación social donde de hecho se dio un aumento significativo sobre todo a la Secretaría de Gobernación.

Los gobernadores de varios estados, claro con gobiernos de la oposición, han criticado la orientación del nuevo presupuesto y el CCE aunque consideró que se estaba enviando buenas señales a los mercados, el enfoque era asistencialista, dado el peso de los programas sociales. Las empresas calificadoras de riesgo han manifestado comentarios positivos con respecto a las cifras presentadas.



La propuesta pasó a las cámaras, donde la de Senadores tiene competencia en materia de la Ley de Ingresos y la de Diputados en ésta y en el Presupuesto. En Senado hubo un optimista ajuste al alza en los ingresos por concepto de IVA e ISR bajo la promesa de una mejor lucha a la evasión fiscal por 23 768 millones de pesos adicionales y en la de Diputados se hicieron recortes, diferimentos y reasignaciones que calmaron las protestas de los grupos muy bien organizados. Se ajustaron a la baja los presupuestos de los organismos autónomos (incluyendo INEGI), del poder judicial y otros y se diferirá el pago de Adefas (Adeudos de ejercicios fiscales pasados) lo que dio recursos adicionales por 16, 756 millones de pesos. Esto permitió reasignar recursos a la Sagar cuyos clientes cercaron el Palacio Legislativo (los programas del campo), a las universidades que protestaron fuertemente (UNAM, IPN, UAM y las que están quebradas en los estados), a los estados y municipios como resultado del cabildeo de la Conago (Ramos 33 y 28), Medio Ambiente, Semar, Secretaria de Bienestar, Salud y otras más.



No hay comentarios:

Publicar un comentario