Ciudad de México, septiembre de 2018
El gran negocio de las comisiones
bancarias
El
cliente de los bancos se habrá percatado de que los bancos cobran ya sea por
sus transacciones, emisiones de documentos o contratos, infinidad de
comisiones.[1]
En
la siguiente enumeración tenemos ejemplos de algunas de las comisiones que
cobran algunas instituciones. En las cuentas de cheques: no mantener el saldo
promedio mínimo mensual, administración o manejo de cuentas, cheques librados,
emisiones de órdenes de pago (SPEI) por banca en internet, impresión de un
estado de cuenta, etcétera; en tarjetas de crédito: por anualidad, disposición
en efectivo en ventanilla y gastos de cobranza: en créditos hipotecarios: por
contratación o apertura, avalúo bancario, y gastos de cobranza; y en créditos
personales: contratación o apertura y gastos de cobranza, entre otros.
El
número de comisiones ha crecido con el paso del tiempo; de repente aparecen en
los estados de cuenta, sin explicación de por medio y para sorpresa de los clientes
que generalmente no saben previamente el monto que tienen que pagar. Por
ejemplo, de una determinada fecha me comenzó a aparecer el concepto de
retención estado de cuenta y un cargo correspondiente por 15 pesos más IVA y otro por una cantidad mayor como resultado de que las tarjetas que uso están ligadas a un monto de depósito determinado, por debajo del cual te comienzan a cobrar una anualidad a través de una comisión mensual (con su IVA).
Los
montos de estas comisiones son variables dependiendo del producto o de la
institución. Por ejemplo en el caso de las tarjetas de crédito las anualidades
dependen del tipo de tarjeta (clásica premier, platino, etcétera.
No
conozco si el monto de estas comisiones esté acordado por la autoridad o
simplemente se le informa al respecto, aunque parece que en otros países las instituciones
tienen cierta libertad para hacerlo.
La
Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros (Condusef) hace público periódicamente un estudio sobre las
mencionadas comisiones que permite tener un panorama más completo sobre las
mismas.
En
el último disponible (agosto de 2018) con datos de 2017, destacó que las
comisiones oscilan de 10 pesos hasta 15 mil pesos.
En
el inventario de comisiones que cobran bancos, la misma fuente destacó las que
se refieren a los productos de depósito, las tarjetas de crédito y los créditos
hipotecarios.
El
producto que capta el mayor monto de ingresos por concepto de comisiones (80%)
son las tarjetas de crédito; y para conocer su importancia en el negocio
bancario, señaló que el 30% de los ingresos de los bancos ya son por concepto
de comisiones.
El
número de comisiones y el monto de algunas de ellas parecen que rebasan
ampliamente las que se cobran en los países de origen de algunas de estas
instituciones.
En
el citado estudio México resulta ser uno de los países de América Latina donde
los bancos obtienen un monto considerable de ingresos por concepto de
comisiones.
Las
autoridades, en particular el Banco de México, tienen facultades para prohibir
o limitar el monto de estos cobros, como sucedió en 2014 cuando procedió contra algunos de ellos. Sin
embargo, por el número de comisiones que
existen parece que se eliminan unas y surgen otras, de tal manera que las
ganancias no se vean afectadas.
La
Condusef, afirma en uno de sus documentos aunque no lo he registrado en mi caso
quizás por descuido, que las instituciones bancarias están obligadas a informar
a sus clientes el monto y el concepto de las comisiones nuevas o en su caso el
alza con al menos 30 días naturales de anticipación a la fecha en que se
realiza el cobro.
Finalmente,
en la Condusef existen numerosos reclamos sobre dichas comisiones, que señalan
claramente que existe entre la población una creciente opinión negativa en
cuanto a la actuación de los bancos en este ámbito de su actividad. Esto se
agrega además a la usura de las tasas de interés que muestran algunos de los
productos que ofrecen los bancos a sus clientes, que se ha constituido en otra fuente importante de ingresos.
[1]
Estas son definidas como cantidades que pueden ser arbitrarias, negociadas,
fijas o porcentuales que cobran la banca por sus actividades.
Ahora y siempre, en México, los bancos han hecho con sus clientes lo que han querido. Ahí esta el dato de que obtienen casi la mitad de sus ingresos en nuestro país.
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