Ciudad
de México, junio de 2018
Una lectura reciente: Enrique Krauze, El pueblo soy yo,
Debate, Random House, mayo 2018
El
último libro del historiador Enrique Krauze recopila varios ensayos, la mayoría
ya publicados, en cuatro capítulos y sin duda su publicación aprovecha la
presente coyuntura preelectoral.
El
primero se intitula Anatomía del poder en América Latina e incluye un largo
ensayo no publicado denominado Código Morse. Este, en mi opinión, el más
interesante del libro, trata sobre la obra del historiador Richard Morse (1922-2001),
quien estudio a fondo y por largos años lo que podríamos considerar el sustrato
cultural y político que subyace en el comportamiento de los gobernantes
latinoamericanos y señala algunos contrastes con sus pares estadounidenses, a
los cuales les tiene poco aprecio.
El
autor estadounidense expone lo que llama la corriente tomista basada en la Suma
Teológica de Santo Tomás de Aquino y su interpretación por los españoles
Francisco de Vitoria (1483-1546) y Francisco Suárez (1548-1617), ambos teólogos
y juristas, dominico el primero y el segundo jesuita.
La
primera corriente aboga por un gobierno de carácter ecuménico y cristiano y se
contrapuso por mucho tiempo a la del filósofo italiano Nicolás Maquiavelo (1469-1527),
aunque luego ambas coexistirían en algunos de los rasgos de los gobiernos
posteriores a las guerras de independencia iberoamericanas.
En
contraste la formación de los gobernantes estadounidense tenía raíces
anglosajonas en particular se derivaba de las ideas de Hobbes, lejos de
cualquier orientación teológica y más proclive a derivar su poder de acuerdos
con la sociedad de su entorno.
Los
conceptos que identifica Morse en los gobiernos coloniales son: paternalismo
del estado, prevalencia de la ley natural sobre la ley humana, los monarcas
reciben de sus súbditos el poder, los pueblos tienen derecho a protestar cuando
se enfrentan a tiranos y la primacía de la sociedad sobre el individuo.
Los
caudillos que surgen después de la independencia en muchos países de América
Latina, que combinan corrientes tomistas y maquiavélicas, muestran rasgos que según
el mismo historiador estadounidense incluyen el carisma del líder, una
inspiración tomista y cierto racionalismo que se traduce en la formación de
algunas instituciones de gobierno.
El
autor señala que en América Latina el liberalismo había sido ajeno a las clases
gobernantes, se importaron sus fórmulas, pero no pudo arraigar, aunque si lo
compartían miembros de la clase dirigente.
Morse,
en la relectura de Krauze, señala que hasta el siglo XX existió un legado
tomista aliado a la legitimidad carismática maquiavélica con tintes formales de
una democracia liberal.
El
poder personal de los gobernantes se resumía para Morse en diez rasgos de su personalidad
los cuales se en enumeran en el libro. Estos, según el mismo autor, provenían
de las raíces históricas, de una racionalidad ética y social inspirada en un
concepto cristiano de Estado, como organizador del bien común.
En
el segundo ensayo de este capítulo Krauze expone en su llamada Posdata liberal
algunas discrepancias con las afirmaciones de Morse:
En
primer lugar, señala carencias como el escaso análisis de la vertiente
religiosa enfatizada por otros autores respetables (el historiador David
Brading, autor de Orbe indiano), reconoce que los intentos liberales, aunque
tuvieron importantes logros (reformas derivadas de la Constitución de Cádiz) no
consiguieron arraigar las costumbres de una sociedad abierta y democrática y el
liberalismo estuvo presente en muchos gobiernos mexicanos desde los primeros
años de independencia (Morse no le da importancia).
Finalmente,
lamenta que Morse fuera indiferente a las consecuencias prácticas del pacto
místico entre el pueblo y el monarca como tampoco a las amenazas de los líderes
carismáticos a las instituciones de la democracia.
El
tercer texto de este primer agrupamiento es una interpretación de la novela
Benito Cereno escrita y publicada en 1855 por Herman Melville (1819-1891), que
le había recomendado Richard Morse como una alegoría de la amalgama del mundo
hispano y el anglosajón.
La
segunda parte del texto se intitula Populismo y Dictadura (la mayoría de estos
ensayos ya habían sido publicados), la cual consta de: una introducción en la
que Krauze hace una definición de populismo y señala ejemplos en España,
América Latina y Estados Unidos; pasa luego a señalar los rasgos de los
populistas; incluye un extenso análisis de la Revolución cubana bajo el título de Cuba: profecía y realidad;
analiza los fracasos del chavismo (La destrucción de Venezuela); hace una
crítica superficial al partido español Podemos encabezado por Pablo Iglesias
(“un partido de universitarios” lo llama aunque ahora es parte de una coalición
de gobierno que va tomar decisiones importantes); incluye un ensayo extenso
sobre AMLO (El mesías tropical) que aunque fue publicado en 2006 señala que no
hizo ningún cambio, ya que lo considera vigente; y finalmente incluye una
posdata México en la antesala del populismo aunque en el prólogo le da otro
título.
En
este último texto, Krauze ya en clave preelectoral actualiza sus temores sobre
AMLO al señalarle que: no es liberal, su tema es el poder, no los límites del
mismo; no es republicano porque ha hablado con desdén de las instituciones; y
no es democrático, porque privilegia las movilizaciones masivas sobre la “modesta,
secreta y silenciosa acción del voto”.
En
mi opinión, aunque no me agradan muchas propuestas de AMLO en materia económica
(se quedó con una lectura del pasado como lo revela entre otras la afirmación que el
país puede ser una potencia ya que es rico en recursos naturales cuando lo más
importante hoy en día es el capital humano) considero que las afirmaciones de
Krauze son muy cuestionables: todos los políticos pretenden el poder, se
regodean decía un amigo con el poder; el desdén es algo muy diferente a buscar
la destrucción de las instituciones que sería lo más grave de su postura y el
que privilegie las movilizaciones sobre los votos, los hechos demuestran hasta
ahora otra cosa, llegó a la jefatura de gobierno del DF vía votos y es la
tercera vez que busca la presidencia vía los votos.
Por
último, no estoy de acuerdo con un abrumado Krauze cuando afirma que AMLO puede
aprovechar la “dispersión del poder” para afirmarse personalmente con el
pueblo, por encima de las “leyes” y “frágiles instituciones”. En primer lugar,
porque está vigente un régimen que institucionaliza una “división de poderes”,
se ha construido a lo largo de los últimos años un sistema jurídico cada vez
más sólido gracias a los esfuerzos de muchos y nuestras instituciones son cada
vez más a prueba de conflictos, como el mismo reconoció en una reciente
intervención en el INE.
La
tercera parte se intitula Fascista Americano, la cual incluye una serie de
breves artículos escritos a raíz de la candidatura y llegada al poder de Trump.
El tono de todos ellos es una crítica severa contra el presidente Trump
calificado desde “loco e ignorante” hasta “fascista”.
Finalmente,
el cuarto tema bajo el título de la Demagogia tumba de la democracia incluye un
artículo (publicado) y un ensayo (no publicado). El primero es sobre Coroliano
de Shakespeare, el antipopulista trágico (basado en una historia de Plutarco en
Vidas paralelas) y el segundo sobre la democracia ateniense, cuyas ideas han
nutrido algunos recientes artículos del autor sobre la muerte de las
democracias expuestas en páginas periodísticas (Reforma y The New York Times).
El
nuevo libro de Enrique Krauze, oportuno en cuanto a su publicación en tiempos
preelectorales, en mi opinión contiene sólo como novedad importante el ensayo
sobre Richard Morse; repite una vez más la visión inmutable de Krauze sobre
populismo y AMLO que ha manifestado extensamente en entrevistas, artículos,
ensayos, discursos; en cuanto a Trump sus artículos muestran coherencia a lo
que escribió previo y después, ya como presidente de Estados Unidos y
finalmente en cuanto al ensayo sobre la democracia ateniense tengo la impresión
que es un texto confuso, ya que en el mismo hay dos ideas: la caída de la
democracia ateniense que el atribuye a Alcíbiades pero que fue un proceso que
concluyó abruptamente con la invasión de los macedonios muchos años después y
la definición de demagogo en el ámbito cultural, histórico y filosófico que lo
lleva a extraer párrafos de diversos textos y autores como son Sócrates, Platón
y remata con K. Popper (el interés de Krauze es claro señalar a los demagogos
como el mayor peligro para las democracias).
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