Junio del 2018
Jorge Volpi: una novela criminal[1]
La
novela de no ficción que ha escrito Jorge Volpi me introduce a un ámbito del cual siempre no he
querido tener conocimiento por temor a
profundizar mi pesimismo sobre el país que tenemos: el sistema de impartición
de justicia que incluye desde las áreas de persecución de los delitos hasta que
el juez dicta una sentencia.
El
tema trata de la detención de Israel Vallarta y Florence Cassez, que fue
altamente politizado porque en Francia, país del cual es ciudadana la
inculpada, hubo todo un movimiento que incluyó desde el presidente francés
hasta actores importantes del mundo político, del espectáculo y de los medios
que se pronunciaron a favor de la inocencia de ella. Esto llevó a un serio de
ríspidos intercambios verbales y comunicaciones escritas entre el gobierno de
Felipe Calderón (2006-2012) con su contraparte gala, que enfrío temporalmente
la relación política entre los países.
El
autor se enfoca en el proceso que se realizó en México a la pareja, que según
las autoridades comprobó ampliamente la participación de estos y sus asociados
en una red de secuestros realizados en la ciudad de México, estado de México y
Morelos durante los primeros años del presente siglo.
En
la extensa investigación realizada por el autor se revela el uso indiscriminado
de la tortura por parte de la autoridad para obtener declaraciones que condenan
a los presuntos culpables, la manipulación de hechos con el propósito de servir
a la creación de cargos culposos, testigos cuyos testimonios son frecuentemente
cambiados, el protagonismo de personajes policíacos dirigidos a satisfacer las posturas
políticas de su jefe, las controvertidas
decisiones de los diversos jueces que se involucraron en el caso ( tribunales
colegiados, de circuito, etcétera) y a la decisión final que llevó a la Suprema
Corte, en un segundo intento, a liberar a la ahora famosa inculpada después de
un debate donde el resultado parece haber sido toda una sorpresa pero que permitió
la liberación inmediata de la procesada contrario a la posición de reponer el
proceso eliminado los aspectos inconsistentes, quien abandonó el país ese mismo
día (pasó siete años en prisión).
En
la opinión del mismo autor y que contribuyó a que en lo particular nunca la
viera con simpatía además de que ajeno a las fallas del proceso siempre me
pareció que ocultaba algo de la relación (el famoso ¿sabía? o ¿no sabía?), se
lamenta que la celebridad de la francesa, haya dejado en la oscuridad el caso
del otro implicado que continua todavía en prisión sin haber sido sentenciado
(ni inocente ni culpable después de estar en prisión desde 2005) aunque otros
de los supuestos cómplices hayan salido en libertad.
En
el minucioso recuento del proceso, donde el autor interviene como observador,
transcribe entrevistas, conversaciones, aporta información y hace algunas
interpretaciones que buscan estar apegadas a los hechos, tenemos al final la
impresión que sobre los dos inculpados subsisten algunas reticencias en
particular sobre el personaje masculino señalado como líder de la banda: “algo
tiene que no puede expresarlo abiertamente”.(Cassez aunque siempre se declaró
inocente se lamenta, según cuenta el autor en la entrevista que le hizo, que
Vallarta le ocultó muchas cosas sin entrar en mayores detalles)
El
autor señala que la manipulación de los medios por parte de la autoridad, ya no
sólo para el montaje de la captura transmitida en vivo por la televisión
(aunque un destacado conductor afirmara que lo desconocía) sino también en
cuanto a los avances de la investigación del caso incluyendo las capturas
posteriores, creo una impresión en la opinión pública tan desfavorable que
hasta el momento la mayoría de los encuestados considera culpables a las
principales protagonistas del crimen de que se les acusa.
En
mi lectura conclusiva, yo creo que como el autor lo señala (la novela fue
premiada por la editorial Alfaguara y el monto del premio el autor señaló lo
destinará a alguna institución que se dedique a dar cuenta de nuestro sistema
de justicia), nuestro país no puede continuar con un sistema como el que nos
reveló en este caso (uno entre miles aunque lo conocimos por sus repercusiones
políticas) si alguna vez queremos sentirnos parte del mundo civilizado.
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