jueves, 10 de mayo de 2018

De animales a dioses


Ciudad de México, mayo 2018


De animales a dioses: breve historia de la humanidad[1]

La obra escrita por el historiador y escritor israelí Yuval Noah, fue publicada en hebreo por primera vez en 2011 y tuvo un rotundo éxito de librería (en español se publicó en 2014). Se ha traducido a 30 idiomas. En 2015, el citado autor publicó Homo deus: breve historia del mañana, que establece un enlace futurista con el libro anterior.

El autor narra en su obra el ascenso del Homo Sapiens por sobre los otros homínidos que existieron sobre la tierra, cuya existencia probablemente se originó en el continente africano.

La capacidad del intelecto del Homo Sapiens que un factor fundamental para superar a los otros homínidos, con los cuales tuvo una convivencia por largo tiempo, sin descartar el cruzamiento entre ellos como han demostrado los estudios de ADN de sus restos.

El Homo Sapiens pudo tener una narración imaginativa sobre cosas no existentes en la realidad que lo llevó ser protagonista de la llamada revolución cognitiva.

En paralelo el Homo Sapiens va dejar atrás la actividad de recolector y cazador para convertirse en agricultor (la llamada revolución agrícola), vivir en comunidades y desarrollar sus primeros cultos probablemente de tipo animista.

En el momento en que el Homo Sapiens vive en comunidades  va dejar de ser un elemento de estudio antropológico para convertirse en uno de carácter sociológico.

El autor es crítico al comentar que la transición de cazador a agricultor no significó una época de bonanza sino una dieta más pobre (limitada a algunos cultivos), enfermedades y un mayor crecimiento demográfico, que lo hará tener la necesidad de producir para consumir y guardar en los tiempos de escasez.

En la vida en comunidad el Homo Sapiens va comenzar un proceso de convivencia que le permitirá comunicarse, en sus inicios probablemente cuestiones inherentes a su vida diaria, a través de un lenguaje común y posteriormente de la invención de la escritura (cuneiforme y jeroglífica en sus primeras versiones).

El autor resalta que la presencia del Homo Sapiens ha sido desde los primeros tiempos depredadora ya que se tradujo en la destrucción de la fauna y la flora, lo cual resulta evidente en las migraciones que se realizaron tanto en Australia como en América.

En tiempos más recientes el autor se refiere a los procesos de unificación que involucraron a los contingentes humanos, los cuales a su entender son resultado de la intervención de tres agentes: los comerciantes, los conquistadores y los profetas.

Los comerciantes van extender a través de su actividad las relaciones por el mundo conocido; los conquistadores a través de la invasión de los espacios geográficos van a constituir los imperios y los profetas van a ser las cabezas de las grandes religiones como el cristianismo y el islam (no sólo tienen un credo sino una misión que cumplir lo que favorece su extensión).

En este nuevo mundo las grandes religiones politeístas van a convivir con las monarquías de origen divino, los nacionalismos que se dan a partir de la Revolución francesa y finalmente las ideologías como el capitalismo o el comunismo. (discrepo con la afirmación del autor de equipar al comunismo como una religión ya que hay comunistas que son muy religiosos en todas partes del mundo)

El autor se aboca a analizar la revolución científica, la cual va a significar la valoración de la ciencia y del avance tecnológico como los principales motores de la civilización.

En su disertación el autor deja claro que la ciencia no es pura sino que siempre va a estar condicionada por los intereses políticos, económicos y religiosos.

El nuevo avance del mundo va a depender, según el autor de la combinación de ciencia, de la existencia de los imperios y del capital.

En virtud de esta combinación los centros de poder se han movido de Asia a Europa y luego a América, aunque estamos ahora viviendo el regreso de Asia como gran potencia.

En el mundo actual, la familia y la comunidad han perdido fuerza frente a otros poderes como son el mercado y el Estado, aunque este último afirme continuamente como          una de sus misiones la de reforzar la existencia de los primeros.

En una digresión sobre la violencia del pasado y del presente, el autor hace la afirmación cuestionable, que a pesar de las regiones que están en conflicto en el mundo de hoy (Siria, Irak, etcétera), las víctimas son mucho menores a las muertes por accidentes de automóviles. Sin embargo, me parece que tendríamos que distinguir entre tipos de violencia, entre las muertes como resultado de ello y las que se dan por otras causas (guerras, accidentes, enfermedades, etcétera).

En todas las etapas que reseña el autor introduce numerosos ejemplos para respaldar sus afirmaciones.

Finalmente, el autor introduce el tema de la felicidad como resultado del avance que hemos observado en la presencia del Homo Sapiens en el mundo. Sin embargo, no tiene una respuesta definitiva de que lo haya logrado, aunque aventura varias explicaciones incluyendo las que ofrecen las religiones orientales como el budismo.

El autor se muestra como un intelectual iconoclasta, de una cultura enciclopédica y nos ofrece a través de su amplia enumeración de los avances tecnológicos las enormes posibilidades que tiene el hombre en el cercano futuro.


[1] Yuval Noah Harari, De animales a dioses, Breve historia de la humanidad, Debate Historia, Penguin Ramdon House, 2017.

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