sábado, 13 de enero de 2018

Stefan Zweig: el legado de un gran escritor

Ciudad de México, enero de 2018

Stefan Zweig: un gran autor cuya obra mantiene su valor

El escritor Stefan Zweig nació en Viena en 1881 en el seno de una familia acomodada y murió en Petrópolis, Brasil en 1942. Su muerte fue un suicidio concertado entre él y la mujer Lotte Altmann, con quien se había casado en 1939 después del divorcio de su primera esposa. La fotografía de la pareja en el lecho de muerte es impactante. La explicación más frecuente de esta trágica decisión es que la guerra y el avance de los nazis parecía que terminaría por conquistar de manera irremediable a Europa, el mundo que había representado todo para ellos.

El famoso autor había estudiado en la Universidad de Viena donde se graduó como doctor en Filosofía y realizó cursos sobre la historia de la literatura. Durante su vida se dedicó exclusivamente al oficio de escritor, a viajar por el mundo y conocer de manera personal a muchas de las grandes figuras de su época.

Zweig vivió en Austria hasta la Gran Guerra, luego se exilió en Suiza para ser congruente con su anti belicismo y retornó a su país en 1918, radicándose en Salzburgo donde vivió hasta el inicio de la segunda guerra. En 1939 se mudó primero a París, luego al Reino Unido donde obtuvo la nacionalidad británica y finalmente a Nueva York en 1940. En 1941, abandonaría esta urbe donde se sentía incómodo para trasladarse a Brasil hasta su prematura muerte.

El citado autor fue parte del círculo de Viena donde conoció a los más importantes personajes que formaban el mismo: escritores, músicos, científicos, dramaturgos, artistas y gente procedente de muchas otras disciplinas.

La obra de Zweig es muy extensa incluye desde poesía, novelas, ensayos históricos y literarios, relatos, biografías y piezas de teatro.

En el caso de las novelas destacan La confusión de los sentimientos (1926), Veinte y cuatro horas en la vida de una mujer (1928) y Novela de ajedrez (1941).

En biografías destacan la de María Estuardo, María Antonieta y Fouché y en el ensayo histórico Los momentos estelares de la humanidad (1927). La autobiografía El mundo de ayer fue publicada de manera póstuma en 1942.

El autor fue muy leído en el periodo de 1930-40 a pesar de que sus libros fueron prohibidos por el régimen nacional socialista en 1936 a causa de sus raíces judías y que lo llevó a mantener una posición de denuncia ante muchos de los atropellos cometidos por las autoridades en particular después del anschluss (la anexión de Austria por parte de la Alemania nazi en 1938); luego fue relativamente olvidado, pero la lectura de alguno de ellos resulta cuando menos en mi caso una experiencia cautivadora.

El mundo de ayer, Los momentos estelares de la humanidad y las biografías de Fouché y María Antonieta han sido las obras que he leído del autor a lo largo de estos últimos años.

En Los momentos estelares de la humanidad, una de sus obras más exitosas, reúne 14 acontecimientos que influyeron, según su visión, en la historia de la humanidad. El periodo va desde Cicerón en el año 44 antes de Cristo que muere frente al fracaso de recuperar la república hasta los intentos del presidente Wilson para lograr la paz a través del proyecto conciliación de las naciones. En estas breves miniaturas históricas, como en ocasiones se les ha denominado, se incluyen momentos de la vida de grandes personajes artísticos como Georg Frederich Handel, Goethe, Dostoievsky hasta otros que han sido olvidados por la historia como C. W Field el empresario que conectó Estados Unidos y Europa a través del primer cable submarino. El autor introduce en su relato hechos inesperados o fortuitos cuya existencia se pierden con el tiempo pero que tienen una incidencia relevante en el devenir de los sucesos reseñados en la obra. La historia es vista por el autor a través de fechas e incidentes particulares que imprimen un impulso nuevo a la marcha de la humanidad.

En El mundo de ayer, escrita entre 1939-41 cuando ya estaba fuera de su país, el autor a través de una recopilación memoriosa realiza un homenaje a la cultura que se originó en el centro de Europa y que influyó en el resto del mundo. Se describe la realidad que privaba antes y entre las dos grandes guerras, la cual se transformaba rápidamente, en medio de muchas carencias, pero que se reconocía como lo más acabado de la civilización occidental. En el recuento aparecen las grandes figuras no sólo de habla alemana sino de la Europa de entonces. Las dos grandes guerras vendrían a destruir muchos de los logros y a dejar en una triste orfandad a los fueron sus orgullosos constructores. El relato lo realiza a distancia evitando un involucramiento emocional en los hechos narrados, aunque no por ello es menos vívido. Sin duda la visión del autor corresponde a la de un intelectual y miembro de una clase social que veía su entorno de manera muy distinta a la de otros integrantes de la sociedad de la época.

En las biografías Fouché (1929) y María Antonieta (1932) el autor maneja con gran habilidad el discurso psicológico de los personajes y se apoya en una excelente narrativa de su entorno, que hace a las obras plenas de vitalidad y relevantes para conocer el carácter del ser humano.

En la biografía de Joseph Fouché, el autor nos mostrará cómo el personaje permanece y sobrevive a los violentos cambios que se suceden en Francia a partir de la Revolución y del ascenso y caída de Napoleón Bonaparte.

Joseph Fouché va a pasar a la historia por su astucia, su flexibilidad de carácter, su olfato para conocer hacía donde se movía la mayoría de los hombres de poder, su larga sobrevivencia en medio de las terribles persecuciones políticas de esos años y el poder que construyó desde su posición de jefe de la policía en Francia y más allá de sus fronteras.


En María Antonieta (o Marie Antoinette) el autor reconstruye la biografía de la famosa reina de Francia, hija de la brillante emperatriz austriaca María Teresa, debutante a los 14 años en la intrigante corte de Versalles, esposa del débil e inseguro Luis XVI y guillotinada por los revolucionarios que la culparon de todos los males del país incluso de ser extranjera. La obra nos muestra su entorno palaciego, hace el estudio fino del personaje, sus entusiasmos, frivolidades  y pasiones y detalla las horas finales previas a su muerte cuando presenta de manera fría, cortante y orgullosa su defensa, su último intento fallido de huir y su paso indiferente ante una multitud hostil rumbo a la guillotina. El destino según el autor hará que este personaje de carácter medio despreciada por su ligero y dispendioso pasado se eleve por encima de muchos otros. La muerte, afirma el autor, hará después que llegue a ser tan grande como su destino.

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