miércoles, 6 de septiembre de 2017

Narcotráfico imparable

Ciudad de México, Septiembre del 2017.

El auge del narco

El tráfico del narco incluye desde las drogas tradicionales como la mariguana, la cocaína y la heroína hasta las modernas anfetaminas. Sin embargo, los mercados de consumo se inclinan cada vez más por drogas de efectos sofisticados como la llamada “muerte gris”, que combina heroína con opioides sintéticos, una droga de alta peligrosidad y que ya ha matado a miles de personas en Estados Unidos.

Los cambios del mercado de consumo se notan en el aumento de la superficie sembrada de amapola, de la cual se extrae la heroína y en la disminución de la sembrada con mariguana; ésta se concentra geográficamente en el llamado Triángulo Dorado de Sinaloa, Durango y Chihuahua y en Guerrero, un poco más lejos del famoso perímetro.

La economía asociada al narco surge con el lavado del dinero de los traficantes a través de un sin número de negocios: desde funerarias hasta complejos turísticos. El monto de dicho tráfico puede ascender a varios miles de millones de dólares: un reporte sobre lavado de dinero a través del sistema financiero realizado por el Senado de Estados Unidos en 2012 Lavado de dinero y delitos financieros estimó cifras que oscilan entre los 19 a 39 mil millones de dólares. En fechas recientes, hemos leído de señalamientos hechos por las autoridades estadounidenses a vínculos entre el narco y figuras del mundo del espectáculo en nuestro país.

El control que tiene el narco se presenta en extensas áreas del país: centros turísticos, ciudades fronterizas, puertos, etcétera. La percepción de inseguridad se ha incrementado y es elevada en muchas ciudades de acuerdo a las encuestas disponibles: Villahermosa, Ecatepec, Chilpancingo, Reynosa, Coatzacoalcos y Fresnillo, entre otras. En muchas de ellas, la presencia de los grupos de narcotraficantes es muy visible. Los principales destinos turísticos del país Cancún, Acapulco y Los Cabos han sido gradualmente invadidos por violentos grupos de narcos que se disputan ferozmente las plazas ante los cuerpos de policías locales que son impotentes para hacerles frente.

La población se hace partícipe a través de las altas recompensas que reciben quienes trabajan en esta actividad; las autoridades colaboran gracias al pago de cuantiosas sumas; y la mayoría de la gente busca alejarse debido al temor de las represalias.

El tráfico de drogas no sólo ha impactado a la economía incluso la cultura ha sido impregnada de temas asociados al narco.

Los narcocorridos son tocados por bandas reconocidas y escuchados por la población; se escribe novela inspirada en el narco, se filman películas y hay un estilo arquitectónico que se identifica con esta actividad. Los narcos tienen también su particular manera de vestir, de hablar y de matar a sus rivales.

El ascenso del crimen está ligado estrechamente al trasiego de la droga en la mayor parte del país: se ejecuta, se secuestra y se extorsiona muchas veces por personas que están ligadas al mismo.

Las guerras entre los carteles de la droga por el control de las rutas de abasto y venta, ya sea el Grupo del Golfo, Los Zetas, Grupo del Pacífico, de Juárez u otros dejan cientos de muertos en muchas partes del país. El número de muertes estimado asciende a varios miles entre traficantes, civiles y miembros de las fuerzas armadas y grupos policíacos.

Los carteles han organizado verdaderos ejércitos privados integrados por jóvenes desempleados del campo y la ciudad, entrenados por ex militares y ex policías y armados con equipos sofisticados comprados en el exterior, que se desplazan con rapidez por la mayor parte del país, en muchos casos, bajo la protección comprada a las mismas autoridades. Los migrantes son también cooptados por los narcos en las zonas fronterizas, les ofrecen protección mientras trabajan para ellos y cuando la rechazan son eliminados.

El ejército y las diversas policías tienen una intervención creciente en lo que se refiere a frenar la producción y el tráfico de las drogas, pero su costo ha sido elevado en muertes.

En algunos sectores se expresa oposición a la intervención del ejército en las operaciones contra el narco dado que no existe un marco legal que las regule: la propuesta se conoce ahora como Ley de Seguridad Interior. En el legislativo todavía no hay acuerdo sobre los alcances que debe tener dicha legislación.

El narco es causa de tensión internacional. Estados Unidos es el mercado más importante de la droga producida en nuestro país y las autoridades estadounidenses nos acusan de que nuestros esfuerzos de control son insuficientes. El Presidente Trump, en una muestra más de su ya conocida ignorancia, llora sobre los muertos por el narcotráfico, pero no dice nada del crecimiento del consumo en su país.

El narco, sin embargo, es motivo de la cooperación bilateral a través del intercambio de información, capacitación y cierta ayuda económica, la llamada Iniciativa Mérida, para facilitar las cosas en México.

En el mundo se menciona de muchas iniciativas para comenzar a reglamentar el consumo de drogas, aunque son todavía casos de mercados pequeños y de drogas con efecto conocido. La venta regulada en ciudades como Montevideo y en Amsterdam.

En fin, no se ve un problema que vaya a tener una solución rápida en los próximos años mientras que el consumo es probable que se eleve como resultado de una mayor disponibilidad de tiempo libre (“sociedad del ocio”), de un ingreso más elevado y de la multiplicación de los canales de distribución.












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