domingo, 20 de noviembre de 2016

EUA: resultados electorales y repercusiones en México

Ciudad de México, 21 de noviembre de 2016



EUA: resultados electorales y repercusiones en México

De frente a los sorpresivos resultados de las elecciones estadunidenses, donde las encuestas de manera casi unánime daban el triunfo a la candidata demócrata Hillary Clinton y perdedor al republicano Donald J. Trump, el 8 de noviembre nos fuimos a la cama con la inesperada noticia  del triunfo en el colegio electoral de éste último. El voto popular, en cambio, favoreció con más de un millón  y setecientos mil electores a la candidata perdedora.

En los días siguientes hemos vistos comentarios de expertos, no expertos y de numeroso grupo de divulgadores de noticias  sobre lo que nos espera a los mexicanos con la llegada a la presidencia de Trump el próximo 20 de enero, la fecha oficial de cambio de poderes en el vecino del norte. De este torrente informativo he podido recoger algunas consideraciones que me ayudan a tener más claro el panorama que se nos presenta.

El programa de acción de 100 días del gobierno de Trump que se ha filtrado a  la prensa  tiene implicaciones directas para nuestro país en el ámbito de la política migratoria y comercial que  retoma, sin duda, algunos de los planteamientos que el candidato triunfador realizó a lo largo de su controvertida campaña en la cual mostró un sin número de comportamientos cuestionables: deslenguado, retador, mentiroso, insultador, con señalamientos racistas, poco informado e impulsor de un nuevo aislasionismo estadunidense. Con excepción de esto último yo creo que tiene mucho en común incluyendo los millones de dólares de su fortuna personal con el político italiano Silvio Berlusconi.

Aunque para muchos, no habrá cambios sustantivos entre los planteamientos del candidato y del presidente electo,  los llamados contrapesos del sistema político estadounidense (Congreso, Suprema Corte) pueden frenar algunas de sus propuestas más controvertidas.

No está por demás señalar que el tono de sus declaraciones ha registrado un cambio significativo incluso en   sus famosos mensajes electrónicos vía Tweets los cuales  han sido más restringidos a medios que han tenido un seguimiento crítico de su campaña como el NYT (diario que se nota que lo hace irritar quizás por ser publicado en la ciudad donde ha vivido la mayor parte de su vida) aunque los ataques a políticos de su partido han desaparecido.

Además  a partir de su primera entrevista con el presidente Obama ya  hubo un cambio cuando menos de alcance en cuanto a su compromiso de abrogar totalmente el programa de cuidados médicos implantado por el primero (algunos puntos ahora los considera positivos para la población beneficiada aunque también como lo afirmó un legislador no pueden dejar sin protección a la gente) mientras que en el caso de investigar a su oponente demócrata por los famosos archivos electrónicos parece que dio marcha atrás en palabras de un asesor debido a que es una cuestión muy delicada.

En contraste, los nombramientos que ha realizado hasta ahora han buscado reconocer a los miembros de su equipo cercano, tanto en materia de asesores especiales (el de estrategias Steve Bannon y el de seguridad nacional Michael Flynn, uno representante de la extrema derecha y el otro dentro del grupo de los llamados halcones) y los titulares de la Procuraduría de Justicia Jeff Sessions (Attorney General) y la de Mike Pompeo a la CIA, ambos congresistas, pero no ha sido el caso en cuanto a su jefe de gabinete, un popular representante republicano. Sin duda, le está costando trabajo elegir al secretario de estado, que tiene una importante posición en el gobierno y para cuyo puesto han sonado muchos personajes del mismo partido republicano.   

En cuanto a los planteamientos de su programa que pueden tener repercusiones en nuestro país ha habido pronunciamientos del mismo presidente electo los últimos días: sobre el muro preciso que se trataría de una malla y  un miembro de su equipo cercano comentó que no sería en toda la frontera y que los fondos los obtendría sin necesidad de solicitarlos al congreso; sobre las deportaciones masivas de indocumentados con antecedentes penales el presidente electo maneja cifras que nadie sabe de donde provienen (la última fue de 3 millones de personas cuando instituciones especializadas apuntan  a alrededor de 800 mil con cerca de 300 mil con delitos graves aunque no todos son de origen mexicano) y finalmente, en el tema quizás más delicado para nuestro país, el TLC, un documento filtrado de su equipo de transición señala que lo va a renegociar y si ello no es posible  se saldría del mismo en agosto de 2017 (en este tema parece que existe coincidencia con los legisladores demócratas cuando menos así lo ha manifestado el líder del senado). En este último  solicitará previamente a la Comisión de Comercio Internacional, dependencia del gobierno estadunidense, un estudio de las ventajas y desventajas que tiene el actual tratado y las opciones  de negociación (China, Canadá y México, son en este orden los tres principales socios comerciales de Estados Unidos, es decir, que sin duda habría consecuencias serias para su economía si emprende acciones punitivas contra de ellos).

A muchos nos queda claro que los pronunciamientos de campaña, a pesar de que ganó porque su plataforma electoral nos guste o no le resultó atractiva a sus seguidores,  se va a enfrentar ahora a la negociación con el congreso, que aunque controla ambas cámaras, no tiene mayoría absoluta en ninguna y muchos republicanos difieren con los planteamientos del  presidente electo. En el caso del senado,  su líder Mitch McConnell ha manifestado públicamente que la agenda del mismo difiere de la del presidente electo (Obamacare, reforma fiscal y su propio programa migratorio) y en el del líder de la cámara de representantes Paul Ryan, quien siempre ha mantenido una actitud muy crítica con respecto a algunos de los pronunciamientos del  otrora candidato (esto no le ha impedido ser reelecto para el mismo cargo durante la nueva legislatura).  En fin, tenemos que tener muy claro que el congreso estadunidense a pesar de que  está controlado por el mismo partido del presidente electo no se comporta como lo suelen hacer en ocasiones nuestros legisladores locales, sino que puede enmendar, rechazar o bloquear las iniciativas de ley que mande al congreso. La agenda de los legisladores a veces no coincide con la del presidente, lo cual no los lleva a ser acusados de desleales como podría ser el caso de nuestros representantes parlamentarios.

En el caso de nuestro país, sin duda que existe en el gobierno y en el poder legislativo una enorme inquietud sobre lo que realmente llevará a cabo el presidente electo del vecino del norte. La secretaría de Relaciones Exteriores anunció varias medidas de apoyo a los mexicanos residentes en dicho país y el presidente declaró en el marco de la reunión de la APEC en Lima, Perú, el 19 de noviembre que nuestro país está dispuesto a modernizar el tratado incluyendo aspectos que no tomaron en cuanta originalmente pero no a renegociarlo. Esto no me queda muy claro, ya que para mí cualquier cambio en el texto va a implicar una negociación. Pero bueno, habría que esperar que esto se precise más adelante. El otro socio del TLC, Canadá, en voz de su primer ministro Pierre Trudeau fue más pragmático: "reaccionaremos a las propuestas que se nos hagan". La reciente nota del WSJ reproducida por Reforma el 22 de noviembre delinea ya temas como los tradicionales de la negociación comercial (aranceles y cuotas) y solución de controversias entre las probables áreas a las que se enfocarían los cambios buscados por la nueva administración estadunidense.

Por lo pronto, los especuladores de las áreas de divisas de las principales corredurías internacionales  se pusieron de acuerdo para ir contra el peso (negocio es negocio) llevando su valor de 18.60 hasta cerca de los 21 pesos por dólar, una sensible depreciación que dependiendo de su duración  nos va a afectar en cuanto a los propósitos de control inflacionario y presupuestal (el servicio de nuestra deuda  externa se está elevando).  El banco central ajustó el 17 de noviembre la tasa interbancaria a 5.25% (en diciembre del año pasado estaba en 3.25%) con la intención de frenar la ola especulativa aunque no se descartan nuevos ajustes, lo cual impactará negativamente el crecimiento de la economía en los próximos meses (crédito más caro para todo).


En fin,  desde muchos ámbitos se le piden al presidente Peña un sin número de cualidades para hacer frente a la nueva relación que vamos a tener con nuestro vecino del norte a partir de que Trump se convierta en presidente: valentía, mesura, claridad,  firmeza,  visión, patriotismo, transparencia etcétera. Sin embargo,  ésto sólo lo comprobaremos en los meses próximos conforme se avance en el programa de gobierno señalado por el presidente electo. Tal parece que existe la posibilidad de una entrevista bilateral entre el mandatario mexicano y el presidente electo para centrar la agenda en temas de interés común para antes de la toma de posesión en  enero, lo que todavía tiene que confirmarse. Los bufetes de abogados de Washington van a ser ahora muy solicitados para defender los derechos de los migrantes y renegociar el TLC. Por el momento, las expectativas no dejan de ser negativas para nuestro país, esta vez sí por causas ajenas  al control de sus autoridades.

1 comentario:

  1. Jorge, es interesante un comentario obtenido de un invitado al programa de Carmen Aristegui, el día de ayer, que me parece interesante replicar en cuanto al error que se esta teniendo al percibir que es México el mayor problema de EU (indocumentados y perdida de empleos)cuando en el caso de la manufactura, desde hace 30 años, por decisión propia de las empresas (no solo de EU, sino de Europa en lo general) se trasladaron a China a fin de aprovechar la oferta que representan 700 millones de chinos con posibilidad de trabajo y con bajos salarios. Esto es que dicho aspecto tiene tiempo que EU lo tiene perdido y es solo los servicios y la electrónica dónde EU puede ser todavía competitivo y de alguna manera lo que se intentaba con el TTP, hasta la llegada de Trum, que igualmente comete el error de atacarlo, dándole el lugar nuevamente a China, para que ocupe su lugar y rompiendo el aspecto que contrapeso que se buscaba. En resumen: se esta ante el escenario, ya antiguo, de una occidentalización de la economía de Asia (del este)que muchos políticos, empresarios (ahí se encuentra Trump), no han observado, con los consiguientes retos que esto significa dentro de los equilibrios geopolíticos.

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