lunes, 18 de julio de 2016

¿Qué movió a los terroristas del metro de Tokio en 1995?

Ciudad de México, julio de 2016

Haruki Murakami: ¿qué movió a los terroristas del metro de Tokio en 1995?

Haruki Murakami, el prolijo escritor japonés y autor de éxitos como Tokio blues o Los años de peregrinación del chico sin color, escribió en  1997  su interesante libro Underground[1] bajo el impacto de  los atentados con gas sarín en varias líneas del metro de Tokio registrado en 1995.

El autor realizó 60 entrevistas a las víctimas de dichos atentados, donde hubieron varios muertos y cientos de heridos algunos  con secuelas limitantes de por vida.

Los atentados fueron ejecutados por seguidores de la secta Aum, cuyo líder espiritual era  Shoko Asahare y que se inspiraba en el budismo Vajrayana, el cual incorpora el seguimiento estrecho de un líder (gurú) y prácticas esotéricas para lograr estados cada vez más desvinculados del entorno  real. Sin embargo, en algún momento los líderes espirituales de la secta comenzaron a tomar decisiones propias de los grupos extremistas que los llevaron a organizar actos de terrorismo contra la población indefensa.

En las entrevistas a las víctimas  Murakami nos  ubica el origen de ellas, sus relaciones laborales, familiares, su vida social, las conductas personales, los hechos que vivieron el día de los atentados y los síntomas que registraron, en su mayoría muy similares, como consecuencia de la inhalación del gas mencionado.

El manejo de la tragedia por parte de los medios molestó a algunos  de sus entrevistados en la medida en que buscaban contar la verdad desde su interpretación de los hechos, mientras que los nombres de las víctimas sólo los utilizaban como referentes presenciales.

En el epílogo de estas entrevistas titulado Una pesadilla que llegó sin ninguna señal de advertencia Murakami nos explica las razones que lo llevaron a elaborar dicho libro en particular, su rechazo  a considerar los sucesos bajo la tradicional dicotomía del bien y del mal; en su opinión las motivaciones estaban más cercanas a la búsqueda de una autonomía personal, los implicados entregaban el control de sus mentes a la autoridad de su líder espiritual (consenso entre ambas partes) y su fuerte énfasis al hecho de que los jóvenes habían perdido contacto con la narrativa histórica[2] que vinculaba al resto de los japoneses.

A partir de las protestas de sus lectores de que había visto sólo una parte de la tragedia, Murakami se abocó a entrevistar a 8 de los jóvenes que habían sido adeptos de la famosa secta Aum excluyendo a los autores materiales e intelectuales del atentado de 1995 quienes fueron detenidos, sujetos a procesos y condenados.

En ellas los jóvenes relatan las motivaciones que los llevaron a ser parte de la secta, de su renuncia total a todo lo material, del rompimiento de todo tipo de vínculos, de cómo quienes participaron en el atentado fueron elegidos apelando a su sentido de la fe, lo que significaba una obediencia total a los líderes espirituales, de que a pesar de que los actos se pudieran juzgar como locuras había creencias religiosas de por medio y de que existía,  junto a las enseñanzas del budismo, la idea de un Armagedón (término que está en el libro del Apocalipsis), de un fin del mundo que estaba próximo a consumarse.

En el epílogo de estas entrevistas Murakami señala algunas de las explicaciones que pueden sustentar las conductas criminales que movieron  a los terroristas y que son aplicables a este o a otros casos: los adeptos creían que su espiritualidad estaba por encima de los demás, que formaban parte de un grupo de elegidos, que su lenguaje y su lógica aislada tenían más poder que el de la realidad y finalmente  que sólo a través de estos actos encontraban sentido a sus vidas.

En la reciente lectura de este libro, me parece encontrar muchas explicaciones en torno las conductas de los terroristas que bajo supuestas creencias religiosas están actuando en diversas regiones del mundo, a veces sin un antecedente que pueda explicar suficientemente el origen de sus trágicas decisiones.




[1] Haruki Murakami, Underground, Tusquets editores, 2014
[2] La narrativa, según Murakami, es una historia, que no tiene que ser lógica, ética o filosófica,… “soñamos  en nuestras historias y en ellas tenemos dos caras. Somos simultáneamente objeto y sujeto. Somos el todo y la parte, reales y sombras, “narradores” y al mismo tiempo “personajes”. A través de los intricados papeles de nuestra historia es como nos curamos de la soledad.” citado en Underground en el mencionado epílogo.

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