lunes, 27 de junio de 2016

Brexit: ¿ son los ingleses realmente estúpidos?

Ciudad de México, junio de 2016

Brexit: ¿ son los ingleses realmente estúpidos?

Los resultados del reciente referéndum sobre la permanencia y salida del Reino Unido de la Unión Europea me llama la atención por varias razones, pero en particular por haber vivido en dicho país  en  varios periodos de mi vida y tener un gran respeto por las instituciones políticas del mismo. La opinión desde el exterior sobre la decisión de los británicos ha sido muy negativa, hasta llegar a considerar algunos que los ingleses son unos estúpidos al votar por salirse de la unión.

El Reino Unido, (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte) se incorporó tarde a la entonces Comunidad europea (no es país fundador),   no forma parte de varios acuerdos como el Schengen (creación de un espacio para la circulación libre de personas), con reticencias suscribió el Tratado de Maastrich (ciudad donde se firmó en los Países Bajos) que relanzó el proceso de unión, fue contrario a la unión monetaria y  se negó  a entrar a la zona euro, de  tal manera que la libra esterlina es otra de las divisas importantes en Europa.

Estos antecedentes son quizás los que están detrás de las declaraciones recientes de un funcionario de Bruselas, quien se pronunció por un “divorcio rápido, ya que la relación amorosa nunca había sido muy estrecha”:

Los resultados del referéndum llaman la atención porque en la campaña en pro  de permanecer o de salir participaron todos los partidos desde los tradicionales hasta los recientes como el llamado partido UK Independence a la cabeza del cual está Nigel Farage ex miembro del parlamento europeo, y que valga la pena comentar tiene sólo un representante en el parlamento (cámara de los comunes) constituido por 659 miembros.

A pesar de ello, la participación de los partidos políticos en particular de los principales mostró niveles de compromiso muy contrastantes. El primer ministro David Cameron, fue una clara cabeza a favor, pero su partido estaba muy dividido incluso los propios miembros de su gabinete (algunos llegaron a mencionar que la convocatoria del referéndum era producto de una rencilla intrapartidista encabezada por Boris Johnson, ex alcalde de Londres, que busca ser el nuevo líder) ; los laboristas, aunque parecían más compactos no hicieron una campaña muy convincente desde su cabeza Jeremy Corbyn, un viejo opositor a Europa hasta otros notables del mismo como Tony Blair o Gordon Brown, ambos ex primeros ministros; el partido Liberal tuvo siempre posición muy clara a favor y achaca la convocatoria a la mala influencia del ministro Osborne sobre el primer ministro Cameron.

Los empresarios agrupados pensaron que los argumentos económicos a favor de permanecer eran irrebatibles, se confiaron en que la gente reaccionaría pensando en sus bolsillos no en los argumentos de los políticos oportunistas y tuvieron una campaña que a veces se vio envuelta en polémicas innecesarias por parte de Lord Rose presidente de la poderosa patronal (Confederación de la Industria Británica).

Los argumentos de campaña, de acuerdo a los pronunciamientos escuchados a algunos de los proponentes de la salida muestran claramente que a pesar del tiempo transcurrido desde el ingreso a la Comunidad Europea (desde los setenta) están muy presentes en el llamado imaginario popular: pérdida de soberanía porque las decisiones se toman en Bruselas, una cuota costosa por ser miembro, jueces elegidos por otros países que aplican la ley a los británicos (Tribunal de Justicia Europeo), pérdida de empleos, mayor migración * aunque los migrantes no europeos provenientes de las ex colonias (India, Pakistán, África negra, las Antillas) están por todas partes y superan a los europeos, etcétera.

Frente a estos  viejos argumentos, los que  presentaron los partidarios por permanecer: crecimiento económico mayor al europeo, expansión comercial, la creación del mercado financiero más importante de Europa, desempleo muy bajo y una migración de mano de obra educada que viene fortalecer al país, no fueron suficientes, lo que de paso muestra que  los beneficios de ser parte de la unión nunca fueron adecuadamente señalados por los dirigentes políticos ingleses.

Adicionalmente, la opinión publica del Reino Unido está impactada negativamente por la crisis de algunos países de la Unión Europea (España, Italia y recientemente Grecia), que ha significado apoyos especiales pero que son reembolsables en el tiempo, lo que no se dice muy frecuentemente y la reciente crisis de refugiados del Medio Oriente en particular de Siria que demandó una asignación de cuotas de migrantes por países. 

Los  resultados del referéndum muestran claras diferencias por regiones, edades, clases sociales, niveles educativos, etcétera. En Escocia e Irlanda del Norte se votó claramente por permanecer al igual que en la mayoría de las áreas metropolitanas (Londres, Manchester, Liverpool, Cardiff) con excepción de Birminghan que parecen ser las zonas que más se beneficiaron de la unión; los jóvenes se mostraron más a favor que los viejos, los trabajadores de cuello blanco de la City diferenciaron su voto con respecto a la llamada clase trabajadora, los más educados se sintieron más europeos que los no educados (en Oxford los partidarios de permanecer llegaron hasta el 70%) y así sucesivamente.

En fin, el resultado del referéndum a favor de la salida provocó (51% del electorado) lo que se esperaba: la caída del gobierno conservador de Cameron que ahora pide tiempo a sus contrapartes europeos para negociar la salida conforme el Tratado de Roma, Escocia buscando permanecer a través de una negociación directa con Bruselas lo que da la espalda al gobierno de Londres incluso amenaza de un nuevo referéndum separatista, caída de la libra esterlina a niveles no vistos desde hace varias décadas, mercados financieros en picada y una gran incertidumbre sobre la evolución de la economía británica. El resultado tiene también efectos negativos en el plano internacional, como lo hemos visto con la caída de las bolsas del sureste de Asia y de algunas monedas como nuestro peso mexicano que continúa depreciándose con respecto al dólar.

*La migración se incrementó de los países del Este de Europa que se han gradualmente adherido a la Unión Europea: se estima que 423 mil migrantes provenientes de estos países llegaron entre 2004 y 2012.

El 75% de los británicos consultados recientemente señaló que el número de migrantes creció en estos últimos años. 

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