Ciudad de México, junio de 2016
Brexit: ¿ son los ingleses realmente estúpidos?
Los
resultados del reciente referéndum sobre la permanencia y salida del Reino
Unido de la Unión Europea me llama la atención por varias razones, pero en
particular por haber vivido en dicho país
en varios periodos de mi vida y
tener un gran respeto por las instituciones políticas del mismo. La opinión
desde el exterior sobre la decisión de los británicos ha sido muy negativa,
hasta llegar a considerar algunos que los ingleses son unos estúpidos al votar
por salirse de la unión.
El
Reino Unido, (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte) se incorporó
tarde a la entonces Comunidad europea (no es país fundador), no forma parte de varios acuerdos como el Schengen (creación de un espacio para la circulación libre de personas), con
reticencias suscribió el Tratado de Maastrich (ciudad donde se firmó en los Países
Bajos) que relanzó el proceso de unión, fue contrario a la unión monetaria
y se negó a entrar a la zona euro, de tal manera que la libra esterlina es otra de
las divisas importantes en Europa.
Estos
antecedentes son quizás los que están detrás de las declaraciones recientes de
un funcionario de Bruselas, quien se pronunció por un “divorcio rápido, ya que
la relación amorosa nunca había sido muy estrecha”:
Los
resultados del referéndum llaman la atención porque en la campaña en pro de permanecer o de salir participaron todos
los partidos desde los tradicionales hasta los recientes como el llamado
partido UK Independence a la cabeza del cual está Nigel Farage ex miembro del
parlamento europeo, y que valga la pena comentar tiene sólo un representante en
el parlamento (cámara de los comunes) constituido por 659 miembros.
A
pesar de ello, la participación de los partidos políticos en particular de los
principales mostró niveles de compromiso muy contrastantes. El primer ministro
David Cameron, fue una clara cabeza a favor, pero su partido estaba muy
dividido incluso los propios miembros de su gabinete (algunos llegaron a
mencionar que la convocatoria del referéndum era producto de una rencilla
intrapartidista encabezada por Boris Johnson, ex alcalde de Londres, que busca
ser el nuevo líder) ; los laboristas, aunque parecían más compactos no hicieron
una campaña muy convincente desde su cabeza Jeremy Corbyn, un viejo opositor a
Europa hasta otros notables del mismo como Tony Blair o Gordon Brown, ambos ex
primeros ministros; el partido Liberal tuvo siempre posición muy clara a favor
y achaca la convocatoria a la mala influencia del ministro Osborne sobre el
primer ministro Cameron.
Los empresarios
agrupados pensaron que los argumentos económicos a favor de permanecer eran
irrebatibles, se confiaron en que la gente reaccionaría pensando en sus
bolsillos no en los argumentos de los políticos oportunistas y tuvieron una
campaña que a veces se vio envuelta en polémicas innecesarias por parte de Lord Rose presidente de
la poderosa patronal (Confederación de la Industria Británica).
Los
argumentos de campaña, de acuerdo a los pronunciamientos escuchados a algunos
de los proponentes de la salida muestran claramente que a pesar del tiempo
transcurrido desde el ingreso a la Comunidad Europea (desde los setenta) están
muy presentes en el llamado imaginario popular: pérdida de soberanía porque las
decisiones se toman en Bruselas, una cuota costosa por ser miembro, jueces
elegidos por otros países que aplican la ley a los británicos (Tribunal de
Justicia Europeo), pérdida de empleos, mayor migración * aunque los migrantes
no europeos provenientes de las ex colonias (India, Pakistán, África negra, las
Antillas) están por todas partes y superan a los europeos, etcétera.
Frente
a estos viejos argumentos, los que presentaron los partidarios por permanecer:
crecimiento económico mayor al europeo, expansión comercial, la creación del
mercado financiero más importante de Europa, desempleo muy bajo y una migración
de mano de obra educada que viene fortalecer al país, no fueron suficientes, lo
que de paso muestra que los beneficios
de ser parte de la unión nunca fueron adecuadamente señalados por los
dirigentes políticos ingleses.
Adicionalmente,
la opinión publica del Reino Unido está impactada negativamente por la crisis
de algunos países de la Unión Europea (España, Italia y recientemente Grecia),
que ha significado apoyos especiales pero que son reembolsables en el tiempo,
lo que no se dice muy frecuentemente y la reciente crisis de refugiados del
Medio Oriente en particular de Siria que demandó una asignación de cuotas de
migrantes por países.
Los resultados del referéndum muestran claras
diferencias por regiones, edades, clases sociales, niveles educativos,
etcétera. En Escocia e Irlanda del Norte se votó claramente por permanecer al
igual que en la mayoría de las áreas metropolitanas (Londres, Manchester,
Liverpool, Cardiff) con excepción de Birminghan que parecen ser las zonas que
más se beneficiaron de la unión; los jóvenes se mostraron más a favor que los
viejos, los trabajadores de cuello blanco de la City diferenciaron su voto con
respecto a la llamada clase trabajadora, los más educados se sintieron más
europeos que los no educados (en Oxford los partidarios de permanecer llegaron
hasta el 70%) y así sucesivamente.
En
fin, el resultado del referéndum a favor de la salida provocó (51% del electorado) lo que se esperaba: la caída del
gobierno conservador de Cameron que ahora pide tiempo a sus contrapartes
europeos para negociar la salida conforme el Tratado de Roma, Escocia buscando
permanecer a través de una negociación directa con Bruselas lo que da la
espalda al gobierno de Londres incluso amenaza de un nuevo referéndum separatista,
caída de la libra esterlina a niveles no vistos desde hace varias décadas,
mercados financieros en picada y una gran incertidumbre sobre la evolución de
la economía británica. El resultado tiene también efectos negativos en el plano
internacional, como lo hemos visto con la caída de las bolsas del sureste de
Asia y de algunas monedas como nuestro peso mexicano que continúa depreciándose
con respecto al dólar.
*La
migración se incrementó de los países del Este de Europa que se han
gradualmente adherido a la Unión Europea: se estima que 423 mil migrantes
provenientes de estos países llegaron entre 2004 y 2012.
El
75% de los británicos consultados recientemente señaló que el número de
migrantes creció en estos últimos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario