México, DF, 6 de septiembre de 2011
Umberto Eco: la novela “culta”italiana
Por Jorge Castañares
El escritor italiano Umberto Eco nacido en Alessandria, Piamonte el 5 de enero de 1932, es uno de los grandes autores italianos vivientes, de la talla de su paisano y contemporáneo Claudio Magris.
En 1954 se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad de Turín. Ha sido escritor, docente de varias universidades e investigador. Se desempeñó por muchos años como profesor de la Universidad de Boloña. Es además un amante de los viajes, de la buena cocina y de los libros antiguos.
Antes de escritor ha tiene una importante producción como ensayista donde destaca sus aportaciones al estudio de la semióteca. Su primera novela El nombre de la rosa (Il nome della rosa), publicada en 1980, fue un éxito internacional. Además, ha publicado El péndulo de Foucault (1988), La isla del día de antes (1994), Baudolino (2000), La misteriosa Llama de la Reina Loana (La misteriosa fiamma della regina Loana, 2004) y el año pasado, El cementerio de Praga (Il cimitero di Praga, 2010). Esta última ha tenido también una favorable recepción por el gran público.
La producción novelística de Umberto Eco se puede referir como una obra culta, que requiere una minuciosa investigación, un acopio de variadas fuentes y una construcción elaborada. El espacio de tiempo entre sus libros es una muestra de ello, en contraste con muchos autores contemporáneos, que producen varios libros por año.
El nombre de la rosa, hace referencia a un antiguo libro escrito por el abad Vallet y editado por Dom J Mabillon, el cual narra el recuento de Adson de Melk, habitante de la abadía benedictina del mismo nombre en territorio austriaco, en el remoto siglo XIV (más precisamente a finales de noviembre de 1327). Este trata del monje franciscano de origen inglés Guillermo de Baskerville, al cual sirvió como pupilo o ayudante para un largo viaje por ciudades y monasterios europeos. En su compañía llegan a la abadía de San Michele (la actual Sacra de San Michele que corresponde a algunas de las descripciones del autor se encuentra en la provincia de Torino), ubicada en la cresta de los Apeninos entre el Piamonte y la Liguria.
El propósito del viaje es tener una reunión para discutir la supuesta herejía de la pobreza que propone un sector de la orden franciscana (los espirituales) y que se contrapone a la posición del papa Juan XXII, cuyos representantes son el dominico Bernardo Gui, inquisidor de Toulouse y el cardenal Bertrando del Poggeto. El convento tiene una magnífica biblioteca custodiada por un monje ciego de origen español Jorge de Burgos, donde se traduce, se reproduce e ilustran libros preciosos. Durante su estadía, el abad del convento, al tanto de agudeza y conocimientos de Guillermo de Baskerville, le encomienda investigar las causas de la muerte de varios monjes, que pronto se descubrirá está relacionado con la lectura del segundo libro de la Poética de Aristóteles , famoso manuscrito que se consideraba perdido, pero cuyas páginas están envenenadas. Guillermo busca obtener el libro, pero Jorge de Burgos se lo oculta comiéndose sus páginas envenenadas. En esto sobreviene un incendio a causa de una lámpara que cae, quema la biblioteca y la misma abadía.
El contexto histórico del relato tiene que ver con las diferencias entre el Papa Juan XXII (Jacques de Cahors), quien gobierna desde Aviñón, Francia, la orden de los franciscanos bajo Michele de Cesena principal cabeza del grupo de los “espirituales” y Ludovico de Bavaria, emperador del sacro imperio romano germánico por decisión de los nobles alemanes y aliado de los franciscanos en su oposición al papado.
La novela, a través de la voz del narrador Adson de Melk (ya para entonces un monje de ochenta años), combina información histórica, con ficción y elementos de la novela policíaca; contiene numerosas citas en latín dado que se trata de la lengua hablada entre los monjes; referencias a importantes libros de la época; hace una minuciosa recreación de los ambientes (el autor confiesa que le llevó un año sus investigaciones); y está estructurada en siete días divididos de acuerdo a las llamadas horas canónicas: maitines, laudes, prima, tercia, secta, nona vísperas y completas. El título del libro fue una deliberada elección de una figura simbólica como la rosa, misma que tiene varios significados en la literatura religiosa. El narrador concluye su relato con una cita latina que se traduce como: “permanece la primitiva rosa de nombre, conservamos sólo nombres desnudos”.
Los personajes son algunos históricos como Michele de Cesena, Bernardo Gui, representante del papa e inquisidor en Toulouse, y Bertrando del Poggeto, Obispo de Boloña; otros son creados por el autor quizás inspirados en algunos de origen históricos como Guillermo de Baskerville (que comparte rasgos con Guillermo de Ockham, quien tomó parte en la famosa disputa entre franciscanos y el papado y se le considera como el creador de la epistemología y la filosofía moderna); el personaje de Sherlock Holmes, de la serie escrita por Arthur Conan Doyle); el narrador Adson de Melk (que comparte nombre con un abad francés nacido en 920, escritor de una biografía del anticristo aunque también se señala que puede ser un tributo a Simplicio, un personaje de una obra de Galileo Galilei); Jorge de Burgos, que es un homenaje al escritor Jorge Luis Borges, el bibliotecario ciego del convento.
El autor publicó en 1985 un obra “Apostillas a El nombre de la rosa” donde aporta algunos elementos del por qué la escribió, explicaciones sobre las fuentes de la misma y las interrelaciones entre autor y lector. Define a su libro como “una obra abierta”, es decir, con varios niveles de lectura de acuerdo a las interpretaciones de los lectores, críticos e investigadores.
En el Cementerio del Praga, el capitán Simonini, un piamontese de 67 años, relata un diario de memorias desde su refugio parisino, en marzo de 1897. Estas nos revelan la frecuente suplantación de varias personalidades contemporáneas del personaje: la del padre Bergamaschi, la del Abad Della Piccola, y del notario Fournier. Sus habilidades como falsificador de documentos y delator: de jóvenes carbonari en Turín, informante del Reino de Cerdeña, en la Sicilia conquistada por los voluntarios de Giuseppe Garibaldi, delator a sueldo de la policía francesa de los grupos de italianos que conspiran contra Luis Bonaparte en Paris, en contacto con lo servicios secretos prusianos en oficios de contraespionaje durante la guerra franco prusiana, en la nómina con los servicios de espionaje de la policía del zar ruso, y envuelto en el famoso affaire Dreyfus, que llevó a la degradación del capitán del mismo nombre como parte de una campaña antisemita.
En medio de todo ello, se involucra en varias polémicas donde intervienen fervientes masones (León Taxil-Bataille), intelectuales antijudíos (Osman Bey, Eduard Drumond), promotores de los ritos satánicos (abad Boullón) y de conversos de una u otra corriente (Diana). A petición de su anciano mentor el padre Bergamaschi, se encarga de preparar un informe sobre un supuesto complot organizado por los judíos con intención de agradar a las autoridades papales y que luego venderá a la policía secreta rusa deseosa de tener un enemigo identificado en casa. Esta información proviene de una supuesta reunión sostenida en el cementerio judío de Praga (de allí el nombre del libro) entre los principales rabinos europeos, interesados en controlar el continente. Esta historia conducirá años más tarde al texto conocido como los Protocolos de los Sabios de Sión, que se publicará por primera vez en Rusia. Su diario se interrumpe en el supuesto momento que en que está en vías de perpetrar un atentado al metro de París, el cual dará un sentido a su soledad y cerrará su larga actividad conspiradora.
En el fondo se tiene una Europa en estado de efervescencia: la lucha por la integración de Italia con el beneplácito de Francia e Inglaterra, la desaparición del Reino de las Dos Sicilias, el temor del Papa al creciente poder de los saboyas, los austriacos que pierden sus enclaves italianos, Francia que busca una alianza con Rusia para contener a los prusianos, la guerra franco prusiana y la caída del segundo imperio. Se identifican varios grupos de interés: carbonari (sociedad secreta italiana dedicada a fomentar las ideas democráticas a partir de la influencia de Giuseppe Mazzini), miembros de las logias masónicas, jesuitas que participan en actividades de intriga y judíos que apoyan a unos y otros según conveniencia. En la vida austera del Capitán Simonini sólo la pasión gastronómica será su única debilidad: en sus recorridos por ciudades y países nos hará un recuento de sus atractivos culinarios.
Eco nos ofrece una obra informada sobre los principales sucesos históricos de la época, con numerosos personajes reales o imaginados, en un mundo de intrigas, complots, asesinatos, tramas secretas, revueltas populares y guerras. Pocos, como el personaje tiene el arte de vivir para contarla. Está en su mayor parte basado sobre periódicos y libros de la época. Un crítico se hace la pregunta si detrás de todo ello existe una mente conspiradora o de alguna manera son los hombres y las circunstancias, que interactúan en la historia.
La misteriosa llama de la Reina Lona es una novela de tema moderno, escrita para mostrar la influencia de la cultura alta (los libros cultos) y baja (los comics) sobre la memoria y la conducta de las personas.
El principal personaje Gaimbatista Yambo Bodoni, un hombre de sesenta años, vendedor de libros antiguos en Milano (Bodoni es el nombre del tipógrafo y Yambo del escritor de comics), después de sufrir un infarto cerebral pierde parte de la memoria: recuerda todo lo que ha leído y los movimientos rutinarios pero no su pasado familiar o su propio nombre. Paola, su esposa, le recomienda regresar a su lugar de origen, Solara, un pueblo entre Langhe y Monferrato, en el Piamonte.
Allí en la casona familiar en medio de las colinas, bajo el cuidado de Amalia cuidadora de la propiedad, encontrará acumulados en el desván (8 días de encierro), periódicos, libros, discos, tiras cómicas (muchas de procedencia estadounidense), cartelones que leyó durante la primera parte de su vida, cajas, fotografías y cuadernos del colegio que le permiten reconstruir algo de su memoria incluyendo la de los personajes y sucesos importantes que conformaron el siglo XX, en particular, los años de la guerra (memoria perdida de su niñez).
En su búsqueda intenta reconstruir la imagen de una antigua novia Lila Saba, desaparecida repentinamente por causas desconocidas y que años después se entera de su temprana muerte: se promete regresar a Milán a buscar su retrato. Amelia le ayuda a reconstruir varios episodios olvidados de la guerrilla “partigiana” en el Piamonte con los alemanes y sus aliados italianos en una violenta retirada. Por último, en sus pesquisas en el desván del abuelo antes de regresar a Milán, encuentra un viejo libro del siglo XVII que constituye una gran descubierta, que lo regresa al presente, es decir, el mundo de los libros.
El título italiano del libro proviene de un episodio de las tiras cómicas Cino e Franco (Tim Tayler `s Luck), del autor estadounidense Leyman Young; esta historia se inspira a la vez en la obra Lei, del inglés H. Rider Haagar.
El lector encontrará amplias referencias a libros antiguos y recientes, autores, personajes, citas, lugares geográficos incluyendo un Milán y Piamonte envuelto en una permanente niebla, y sucesos históricos incluyendo la guerra, que constituyen parte de la memoria recuperada del personaje principal de la novela.
En la obra de Eco tenemos una magistral combinación de historia y ficción, donde la multiplicidad de los hechos y personajes imaginados se sobreponen muchas veces a los hechos reales, pero rescatándolos de su anonimato. Por otro lado, el autor se divierte con sus narraciones, quizás convencido como en el libro de Aristóteles mencionado en El nombre de rosa, de que a través del humor y el entretenimiento se pueden cuestionar los absolutos de la vida y llegar a una verdad más auténtica.
martes, 13 de septiembre de 2011
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