domingo, 28 de agosto de 2011

México, DF, agosto 26 de 2011

José Saramago: el recuento de su vida y obra


Por Jorge Castañares

La exposición José Saramago: la consistencia de los sueños en el Antiguo Colegio de San Ildefonso nos ofrece nuevos elementos para reconsiderar la vida del autor y su extensa obra. Esta es una muestra itinerante que ha sido montada por la Fundación que preserva su memoria. En la exposición se entremezclan información sobre la vida del escritor, su obra y su participación política.

En cuanto a sus años formativos se nos dice que el autor nació en una familia campesina en el pueblo de Azinhaga (1922); su nombre correcto sería José de Souza, pero por error del registro se incluyó el Saramago (nombre de una planta), que era el apodo del padre; sus progenitores, buscando una mejor perspectiva de vida emigraron del campo a la capital Lisboa, donde el padre desempeñó el oficio de policía; su educación fue modesta, estudios elementales, bachillerato y finalmente una escuela técnica donde se graduó como cerrajero mecánico, oficio que ejerció brevemente; desempeñó un trabajo posterior en los servicios de salud y luego en una empresa de seguros. Sin embargo, se cita su temprano interés paralelo en la literatura que lo llevó a pasar largas horas en la biblioteca municipal y a leer cuanto le caía en mano, que gradualmente se constituyó en su principal actividad. Su temprana inclinación por la poseía, su colaboración en una editorial, el trabajo desarrollado en varios periódicos como cronista incluso como director de un suplemento cultural y su intensa actividad como traductor del francés al portugués de textos literarios, ensayos y obras políticas. El francés lo había aprendido de manera autodidacta. Se mencionan sus dos matrimonios, el nacimiento de una hija y por último, su fallecimiento el 18 de junio de 2010 en Lanzarote.

En cuanto a su obra se enumeran las etapas siguientes:

En la inicial, que el autor reconoce que con los años se había de alguna manera olvidado, entre otras se cita un libro de poesía El hijo del hombre, novelas como Claraboya (1946, nunca publicada) y Manuel de pintura y caligrafía (1977, novela filosófica), obras de teatro y otros textos.

En la etapa histórico-ficción se enumeran sus obras más importantes, algunas de ellas premiadas en su país, como son Levantado del suelo (1980), Memorial del Convento (1982) y El año de la muerte de Ricardo Reis (1984). En palabras del autor, en la primera de ellas, definió su estilo, que va contra las reglas gramaticales establecidas, la narración directa e indirecta se entrelaza, como en el habla común, no hay guiones, no hay diálogos, no hay puntuación, todo fluye de manera continua como en la música. Esta primera obra importante trata sobre la vida de los campesinos de la provincia de Alentejo, y es en palabras del autor, un homenaje a los humildes y analfabetos trabajadores del campo, como muchos de los miembros de su propia familia.

La etapa de crítica religiosa con la novela El evangelio según Jesucristo (1991), que fue postulada al Premio Literario Europeo, pero que el gobierno portugués vetó por considerar que ofendía a los católicos y que llevó al autor a salir del país, para vivir en la isla de Lanzarote en el archipiélago de las Canarias. En esta se incluye también la novela Historia del cerco de Lisboa (1989), una crítica al trabajo del historiador, el cual no cuenta hechos sino ficciones, la historia es una ficción o aún más, una fantasía.

La etapa de la novela alegórica donde se incluyen Ensayo sobre la Ceguera (1995), Todos los nombres (1997), La Caverna (2000) y Ensayo sobre la lucidez (2004). En estas obras, a partir de hechos, reflexiona y critica algunas tendencias modernas que están llevando al hombre por la vía equivocada: el individualismo, el consumismo, la cuestionable racionalidad como elemento distintivo del hombre, entre otros.

En la etapa final se incluyen obras como El viaje del elefante (2008), que es un regreso a la historia-ficción y a la alegoría, Las pequeñas memorias (2006, un recuento autobiográfico de su niñez y adolescencia) y Caín (2009, con elementos de crítica religiosa), que sería su última novela.

En la exposición, el autor siempre fue un militante crítico de la izquierda, se incluyen algunas de sus participaciones públicas por causas como la revuelta contra el régimen militar en su país, el alzamiento indígena de Chiapas, la revuelta independista de la isla de Timor (excolonia portuguesa), la guerra de Irak y gestiones por diversas personas implicadas en procesos privativos de su libertad. En su actuación y obra, Saramago reflejó una permanente posición contra la injusticia: el abuso de la autoridad contra el individuo.

El autor recibió el Premio Novel de Literatura en 1998. La ceremonia y el discurso de aceptación tienen un espacio especial dentro de la exposición.

La intensa vida y obra de Saramago están de acuerdo con su expresión” fatiga más lo que no se hace”.

En mi propia reconsideración de la obra de Saramago, tengo que destacar las obras que he tenido la oportunidad de leer hasta el día de hoy.

La primero obra que leí fue Memorial del convento, donde se entremezclan dos relatos: uno histórico y otro de ficción. El primero está relacionado con la construcción del Convento de Mafra, obra monumental que el Rey Juan V levanta para agradecer que la Reina Ana María de Austria, después de múltiples intentos, se embarace. El segundo, se refiere la vida cotidiana de los cientos de trabajadores que participan en la construcción, en particular, de Baltasar Sietesoles, exsoldado que perdió una mano en peleando contra los españoles, Blimunda Sietelunas, mujer con poderes mágicos que ve al interior de las personas y el padre Bartolomé Lorenzo de Guzmán, que construye la passarola, un artefacto volador, que se desplaza por la conjunción de extraños elementos (ámbar, éter vientos, etcétera). El tema se puede catalogar como realismo mágico, el lenguaje es cargado, en el estilo ya característico de Saramago y busca reivindicar, de acuerdo al mismo, el desempeño de los anónimos protagonistas de la historia.

En la novela El año de la muerte de Ricardo Reis, la vida del famoso poeta portugués Fernando Pessoa se entremezcla a través de apariciones esporádicas con la del personaje Ricardo Reis. La vida solitaria del personaje, de regreso a Portugal después de 16 años en Brasil, se desenvuelve en un viejo hotel y un modesto apartamento, donde conoce a dos mujeres: Lidia, la camarera y Marcenda, la hija de un médico que tiene semiparalizado un brazo, quien viene de Coimbra regularmente a atenderse a la capital. En el fondo está una Lisboa triste, lluviosa húmeda, llena de olores y con un aire de decadencia, que corresponde a los recuerdos de Saramago adolescente. Los periódicos son la referencia a lo que acontece en el resto del mundo. El carnaval parece ser el único recuerdo alegre de estos tiempos. En la narración el autor incluye frecuentes divagaciones sobre temas históricos, filosóficos y morales, en un tono a veces irónico y divertido. La obra es un homenaje al poeta Pessoa que el autor comenzó a leer desde muy temprano y a su seudónimo literario Ricardo Reis.

En la obra El evangelio según Jesucristo, el autor hace una propia interpretación de la vida de Jesús, utilizando como soporte los evangelios canónicos, con personajes que se comportan como en nuestra vida cotidiana: individuos sujetos a todo tipo de pasiones. Dios le comunica a Jesús su plan para salvar al género humano, Jesús está en contra porque siente que será utilizado de manera egoísta, pero Dios lo hace ver que no tiene otra opción. Jesús se hace profeta, realiza milagros y predice. Jesús muere crucificado, ya que a `pesar de sus resistencias acepta la voluntad de Dios. La obra fue cuestionada por la iglesia católica y las autoridades portuguesas.

En las obras, La caverna y Ensayo sobre la ceguera el autor comienza a utilizar un lenguaje más directo, menos rebuscado aunque más irónico y con una sutil intención didáctica. En la primera, tomando como referencia la parábola de la caverna de Platón (el hombre conoce la realidad a través de las sombras que le proyectan los objetos), se nos introduce en la vida de una familia de alfareros, Cipriano Algor es la cabeza, su hija Marta y Marcial, su yerno cuya producción artesanal es desplazada por nuevos objetos; la principal amenaza a su profesión y a su propia vida (habita en una pequeña aldea) proviene de un gran centro comercial, “El Centro”, donde se concentra el capital y las decisiones que afectan la existencia de todos. El yerno, que trabaja en el lugar como vigilante, los lleva a vivir allí, pero acaban revelándose contra ello. El argumento le permite hacer una crítica a la “pereza intelectual”, al consumismo promovido por los grandes centros comerciales (“cavernas de la época contemporánea”, “inmensos caleidoscopios”), a la producción en masa, y al desempleo. El mensaje de Saramago es claro: la caverna ha sido escrita para que la gente salga de la caverna. En la segunda, la ceguera repentina afecta a una población sin nombre, nadie conoce como se transmite la enfermedad, los pacientes se trasladan a un edificio donde son vigilados por guardias, apartados por ser “apestados” y los ciegos deben enfrentarse a la necesidad de sobrevivir. El autor nos revela a través de estos hechos una enfermedad que no es física sino mental: la razón acaba por cegar a los hombres, la razón es el principal impedimento del ser humano para estar en armonía con el universo.

Por último, El Viaje del elefante es un relato sobre el regalo de un elefante de nombre Salomón por Juan III, rey de Portugal a su pariente el archiduque Maximiliano de Austria, su traslado por varios países europeos, en medio de caprichos y absurdas estrategias y el triste fin que el animal tiene: sus piernas son utilizadas como guardador de paraguas en uno de los palacios del noble austriaco. El autor relata el sufrimiento del animal durante su viaje y reflexiona con ironía sobre la condición humana. Este fin injusto lo traslada Saramago al ámbito de las relaciones humanas donde la autoridad abusa del poder que tiene sobre los individuos. La novela, a través de la ficción, rescata un incidente poco conocido y documentado en la historia







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