martes, 3 de agosto de 2010

La restauración de la colonia Roma





Por Jorge Castañares

La colonia Roma, en su parte norte, incluye un conjunto que a pesar de los años, el abandono de algunas de sus construcciones, el cambio sobre el uso del suelo, el surgimiento de nuevos edificios que rompen la homogeneidad arquitectónica y el deterioro registrado en su imagen urbana, mantiene todavía un importante patrimonio arquitectónico y cierto aire de identidad propia, capaz de llamar la atención de sus numerosos visitantes.

Esta colonia fue fundada a principios de siglo, por el empresario Edward Walter Orrin, de nacionalidad inglesa junto con sus socios Casius Clay Lamm y su hijo Lewis Lamm, ambos ingenieros de nacionalidad estadounidense y probables autores del proyecto original del fraccionamiento. Estos construyeron también algunas de las primeras casas. El nombre de las calles fue el de algunas ciudades y estados de la república.

La colonia aunque originalmente comprendió un predio menor –ángulo formado entre las actuales avenida Chapultepec y Cuauhtémoc- se extendió gracias a su exitosa aceptación hasta sus actuales límites que incluyen al norte la Av. Chapultepec, al oriente Av. Cuauhtémoc, al sur la calle de Chiapas y al poniente la calle de Álvaro Obregón y la actual Veracruz (antes Hipódromo). Este mismo nombre tuvo la avenida Insurgentes en el tramo que corría a partir de la avenida Chapultepec.

La colonia, para mi gusto, tiene tres ejes importantes: la avenida Álvaro Obregón (antes Jalisco), la calle de Orizaba y la avenida Durango. En el primer caso, se tiene un camellón arbolado, fuentes con estatuas de reproducciones de obras clásicas y andadores peatonales; en la segunda, se tiene un camellón arbolado aunque más angosto y dos plazas: Río de Janeiro (antes Roma), con su réplica del David, y la llamada Luis Cabrera (antes Ajusco), con su gran fuente central; y en la tercera, en el tramo de la plaza de Cibeles (antes Miravalle) a Veracruz, un camellón arbolado con andador peatonal. En esta última se tiene una réplica de la escultura de la Cibeles que se encuentra en la ciudad de Madrid.

Además, de las avenidas mencionadas la colonia conserva varias calles más angostas, que tienen la característica de estar arboladas en ambas aceras. Entre estas, para mi gusto, cabe mencionar las calles de Colima, Tabasco, y parte de la calles de Córdova, Jalapa y Tonalá. Sin embargo, añadiría dos pequeñas callejuelas, Pomona y Flora, donde destacan varias casonas algunas de ellas raras muestras de la arquitectura de ladrillo muy común en las ciudades inglesas.

En su mayoría, las construcciones de la Roma, fueron grandes casonas destinadas a políticos, militares, profesionistas destacados y empresarios aunque también hubo edificios de departamentos para las clases menos pudientes. Además, se edificaron iglesias como la Sagrada Familia (1925) en Orizaba y Puebla y Nuestra Señora del Rosario (1925) en la avenida Cuauhtémoc. Se contó con el cine Balmori (1928), a un costado del edificio homónimo sobre la avenida Obregón, el cine Royal en la esquina de Mérida y Guanajuato y la famosa plaza de Toros de la Condesa, en el predio donde se construyó el Palacio de Hierro en Durango y Oaxaca.

Aunque se comenzó a construir desde principios de siglo –las primeras construcciones se hicieron en 1906- la mayor actividad se extendió entre 1910 y hasta los años veinte. Durante los treinta y cuarenta las construcciones fueron más aisladas. En los edificios se distinguen varios estilos pero predomina el llamado ecléctico -combinación libre de varios estilos- además del Art Nouveau, Art Decó, neocolonial, neogótico y funcionalista.

La actividad constructora fue desarrollado por varios ingenieros o simplemente constructores como son Lewis Lamm, desarrollador y autor de varias de las primeras casas donde sobresale la que lleva su nombre en Orizaba y Obregón; José G de la Lama, autor de varias casonas ubicadas en las calles de Colima, Flora, Tonalá y Chihuahua; Gustavo Peñasco, solo o asociado con un ingeniero de apellido González, fue autor de un gran número de inmuebles familiares y edificios de departamentos; Manuel Gorozpe y Manuel Rebollo, autores de la Sagrada Familia y de un edifico en la calle de Chihuahua; el constructor catalán E. Prunes, autor de varias casas Art Nuveau en las calles de Zacatecas y Chihuahua; Manuel Luis Stampa, quien realizó obras en la Plaza de Río de Janeiro, Puebla, la plaza Luis Cabrera; Ignacio Capetillo Servin, autor del edificio y cine Balmori en Obregón y Orizaba; el ingeniero Arturo Jiménez construyo en la calle de Zacatecas dos casas en un estilo que combina el nouveau con el neocolonial; Mario Mascanzoni y Arnold Spinelli construyeron casonas sobre la calle de Jalapa y Plaza d Río de Janeiro; el ingeniero y arquitecto B.A Pigeon, es el autor del edificio de departamentos de tabique aparente conocido como Casa de las Brujas a un costado de la mencionada plaza; Gino Zaccagna, es el autor de la casona Art Decó ubicada en Valladolid y Tabasco; y Angel y Manuel Torres Torrija, construyeron la iglesia de Nuestra Señora del Rosario.

A partir de la década de los cuarenta, la Roma comenzó a decaer ante el auge registrado en otras colonias como la vecina Condesa y Polanco. Esto llevó a que el perfil de la población residente se modificará con la llegada de familias de clase media, de otras partes de la ciudad y del mismo país. Estos cambios se profundizan durante las décadas siguientes cuando la colonia se llena de comercios baratos, fondas, talleres, casas de huéspedes, escuelas, sanatorios, clínicas, y modestas oficinas. Además, la construcción del Palacio de Hierro en la calle de Durango y de Sears en San Luis Potosí afectó también el entorno residencial de la zona. En ambas aceras de la primera calle se construyeron edificios de varios pisos para oficina y comercios en sus plantas bajas sobreviviendo pocas de las señoriales casonas y construcciones más modestas, algunas obras del mencionado Peñasco, de principios de la década.

Durante los sismos de 1985, la Roma fue afectada, ya que algunas supuestas construcciones modernas de varios pisos, que se habían edificado a lado de las viejas casonas, con su oscilación les causaron graves daños. Por otro lado, muchas de estos modernos edificios tuvieron daños irreversibles producto de fallas técnicas graves en su construcción; algunos de ellos colapsaron y otros tuvieron que ser demolidos totalmente.

A partir del actual milenio, la Roma vive una notable recuperación con la restauración de muchas de sus viejas casonas y la construcción de nuevos edificios para departamentos, que en contraste con el pasado reciente, buscan una mayor integración con el entorno existente. En algunos casos se han conservado las fachadas, en otros se han respetado las alturas y las proporciones con las construcciones vecinas.

Adicionalmente, la Roma está registrando una renovación comercial con la apertura de nuevas tiendas de ropa, calzado y muebles de diseño en algunas de sus calles más conocidas como Colima, Orizaba y Álvaro Obregón. En esta última calle se recuperó el viejo edificio de “El Parián”, de estilo neogótico, donde se ubicaron tiendas de diseño, cafés y de comida rápida. Se han abierto nuevas opciones gastronómicas en torno a las Plazas de Río de Janeiro Luis Cabrera y Cibeles además de algunas de las calles vecinas a dichos espacios. Estas complementan la oferta de algunos de los establecimientos tradicionales de esta colonia: los ahora famosos Bisquets Obregón surgieron en esta zona. Se han abierto cafés, bares (una mezcalería muy completa), cervecerías y tiendas de alimentos gourmet. Por último, algunas buenas librerías de viejos se encuentran en las calles de esta colonia.


Por último, se ha renovado a la oferta de hospedaje con la remodelación de los viejos hoteles ubicados en Álvaro Obregón y la apertura de otros incluyendo los ahora conocidos como hoteles boutiques: en la calle de Veracruz esquina con Guadalajara, Durango esquina con Cozumel y Orizaba esquina con Tabasco. Este último abrió sus puertas en un edificio que en su parte delantera es una renovada casona de ladrillo, según dicen importados de Inglaterra, y en la posterior, una moderna construcción, que se complementa de manera armónica.

Cabe destacar, que la colonia tiene un renacimiento cultural con la apertura de varios centros como son: el MUCA Roma, Centro Cultural Telmex (dos teatros) Casa Lamm, Casa del Poeta, Casa Universitaria del Libro, Casa de la Paz, Foro de Teatro Contempoáneo, Galería de la UAM, el Salón de la Plástica Mexicana, Casa Tibet; un número considerable de galerías de renombrado prestigio como Nina Menocal, OMR, Pecannins, Garash, 13, Border, Chic by accident; y nuevos espacios educativos. Las tiendas y galerías, junto con su contraparte de la Condesa, han integrado un Corredor Cultural, con aperturas nocturnas, eventos especiales y promociones ciertos días del año.

En cuanto a la población residente se está dando un cambio hacia los jóvenes emprendedores, profesionistas, escritores, artistas, diseñadores y en general, personas vinculadas con la cultura y el espectáculo, que denota la creciente revalorización que está teniendo la colonia, lo cual ayudará a la mejor conservación de su imagen urbana.

En este sentido, existe una activa asociación de vecinos que está pugnado por el reconocimiento de la colonia como zona de monumentos artísticos por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la cual la protegería de las decisiones arbitrarias de algunos desarrolladores inmobiliarios y que pondría a salvaguarda el patrimonio arquitectónico de una de las colonias más ricas y homogéneas de las establecidas en nuestra ciudad a principios de siglo.

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