Ciudad
de México, noviembre de 2019
Tiempos
recios de Mario Vargas Llosa[1]
La
reciente novela de Mario Vargas Llosa se mueve entre un ensayo político sobre
las dictaduras militares que ha sufrido Guatemala y una ficción construida con
diálogos que tienen detrás esta triste y trágica realidad.
La
novela se centra principalmente, en la década de los cincuenta, durante la
caída del gobierno de Jacobo Arbenz un militar con una formación intelectual,
acusado de comunista por los intereses
locales y extranjeros y el golpe de estado, que con el apoyo decidido de
Estados Unidos a través de su embajador encabezará Carlos Castillo Armas, un
militar sin muchos méritos a excepción de su ambición y odio contra el primero.
Los
diálogos de la novela tienen como protagonistas a dos personajes principales la
llamada Miss Guatemala Marta Barroso Parra, una guatemalteca atractiva que se
relaciona con Castillo Armas y el agente dominicano Johnny Abbes García, con un siniestro pasado,
que llega a Guatemala con instrucciones de eliminar al dictador.
Los
interesantes diálogos aunque son obra de la inventiva del autor no demeritan en
cuanto a la realidad que está de fondo,
aunque en ocasiones hay concesiones en términos de comportamientos sexuales
explícitos, un lenguaje soez y brutal y violencia con lo que pienso que el
escritor busca hacer más atractiva a la novela.
La
novela a través de Abbes García establece una conexión con La fiesta del chivo del mismo autor, que
retrata la dictadura de Trujillo en la República Dominicana, donde el famoso
agente es el encargado de la brutal represión de los inconformes con el
sanguinario régimen.
La
amplia investigación del golpe militar de Castillo Armas, nos muestra un país
controlado por una oligarquía atrasada, un aparato militar organizado pero
represivo, una iglesia que está al servicio de los poderosos y una población
manipulable con una inmensa mayoría de indígenas sumidos en la miseria y la
ignorancia.
La
novela se cierra con una entrevista a la famosa Miss Guatemala, ahora ciudadana
estadounidense, donde el escritor buscar corroborar su papel como agente de la
CIA, su relación con Abbes García y su participación en el asesinato de Castillo
Armas, aunque al final se quedará con más dudas que respuestas.
La
novela es un recuento histórico que nos muestra como en la Fiesta del Chivo y
en Cinco Esquinas, la triste historia de nuestros países dominados por
dictaduras militares represoras, atrasados, pobres, con una fuerte injerencia
de intereses extranjeros (minería, plantaciones bananeras, etcétera) y la
arrogancia de los gobiernos de Estados Unidos para sentirse con la autoridad de
dictar los destinos de los demás.
Finalmente,
el novelista atribuye al derrocamiento de Arbenz, el extremismo político de izquierda que
caracterizará a muchos países de América Latina y el Caribe en particular Cuba
durante las siguientes décadas, que hará retroceder la democracia y significará
la pérdida de muchas vidas. Esta asociación me parece que puede ser
cuestionable dadas las condiciones internas e internacionales que pueden haber
estado detrás de lo sucedido, es decir, no hay sólo una explicación sino muchas
en los movimientos de izquierda, las dictaduras militares y la instauración de
las modernas democracias latinoamericanas.
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