Ciudad de México, agosto de 2019
La larga espera del ángel[1]
La
escritora italiana Melania G Mazzucco (Roma, 1966) escribe una obra entre la
realidad y la ficción sobre la vida del gran pintor veneciano Jacomo Robusti,
llamado Il Tintoretto, por ser hijo de Battista Robusti un tintorero llegado de
tierra firme para desempeñar el ancestral oficio en paralelo que nos remite al esplendor de la República de
Venecia, considerada la frontera entre Oriente y Occidente. El título está tomado de un poema de la poetisa Silvia Plath, pero hay otras referencias al ángel en el texto de la novela.
El
relato se centra en la relación del pintor con su hija ilegítima Marietta,
concebida con una prostituta alemana de nombre Cornelia que conoce cuando era todavía
joven, en la cual existe una ambigua mezcla de amor filial, atracción física y
admiración por sus dotes artísticos. Se convierte en su asistente, pero como en
el medio sólo hay hombres debe vestirla desde muy temprano como tal. Los
sentimientos ambivalentes lo llevaran, con el correr del tiempo, a buscarle un
marido, un joyero alemán de Augusta, a pesar del rechazo de la hija.
La
novela transcurre en un periodo de 15 días durante los cuales, el pintor de 76
años, agoniza bajo una intensa fiebre y dolores físicos a pesar del opio que
los médicos le suministran; en su lecho de muerte hace un recuento de su
intensa vida familiar, artística y se confiesa ante el Creador.
En esto
último, la obra sobresale. por los frecuentes llamados que hace el pintor al Creador,
a quien explica, reclama y pide perdón por las acciones ejecutadas a lo largo
de su vida en particular lo ajeno que fueron sus afectos familiares dedicado como estaba a un largo proceso creativo.en la novela se mencionan algunas pinturas famosos, pero el artista tiene más de 300 registros a su nombre.
La
novela hace un detallado recuento de la vida política, de la cultura y de la
sociedad de Venecia, llamada la Serenísima, que cubren los años de vida del
pintor, de 1518 a 1594. En este último año su población alcanzaba los 200 mil
habitantes sólo superada por Nápoles, siendo un cruce importante del comercio y
la cultura entre Oriente y Occidente. Sin embargo, no dejan de haber frecuentes
referencias a otros artistas italianos famosos como Miguel Ángel (quien tenía
74 años cuando el autor pretendió viajar a Roma a conocerlo), Petrarca,
Francesco da Milano, Pietro Aretino y otros.
La
autora menciona en la obra algunas de las pinturas célebres del Tintoretto,
realizadas por encargo, ya sea de la república de Venecia, las órdenes
religiosas, las asociaciones gremiales como la Scuola de San Rocco, a la cual
pertenecía y los hombres ricos de la ciudad y de Europa. El pintor vivió la
mayor parte de su vida en Venecia en el sestiere de Cannaregio salvo un breve
tiempo que estuvo en la corte del duque de Mantova y las visitas a su casa de
campo en Carpanedo, en tierra firme, donde pasaba el caluroso verano veneciano.
La
vida del pintor se nos presenta aislada, como una larga batalla para ser
aceptado por sus paisanos, dada la influencia que tenía Tiziano Vecellio, que
en vida nunca lo aceptó y finalmente su ascenso victorioso para ser reconocido
como el continuador de la gran tradición pictórica veneciana (Giorgione,
Veronese, etcétera). Además, de la pintura parece que el pintor también
disfrutaba de la música, ya sea tanto ejecutarla como escucharla, lo que hacía en compañía de su predilecta.
El
pintor se mostrará orgulloso de la obra artística de su hija Marietta, pero no
expresará igual entusiasmo por la del hijo Domenico que será su fiel
continuador desde la muerte de la favorita a los 36 años (después de su
embarazo y pérdida del hijo deja totalmente la pintura). Los demás hijos
tampoco recibirán buenos comentarios: Marco será un rebelde, jugador y
mujeriego, Zuane (Giovanni) el más apuesto será un aventurero de guerra en Oriente y las hijas
(Ottavia, Lucrecia, Gerolima o Pirina y Laura) a pesar de los momentáneos afectos
que le provocan, serán obligadas a entrar en la vida conventual para que él
pueda expiar sus pecados. La mujer Faustina Episcopi con quien se casa todavía
adolescente (le llevaba 26 años), gracias a los años de abnegada convivencia,
va recibir al final algunas palabras de reconocimiento. El mundo de las mujeres
no deja de ser totalmente indiferente para la mayoría de los hombres de la
época.
En
el relato Venecia es retratada ampliamente a través de sus estaciones (veranos
calurosos con aguas pestilentes en los canales y nevadas abundantes durante el
invierno), sestieri (barrios), campi (plazas), palacios, iglesias, conventos,
puentes, ríos, canales y edificios públicos como el Palacio Ducal, el Arsenal,
la Dogana, entre otros; por sus tradiciones como el Carnaval; sus fastuosas
fiestas como la realizada para festejar la victoria de Lepanto que frenó el
avance de los otomanos en Occidente; sus paseos a la
playa de El Lido durante el tórrido verano y por sus desgracias como la peste que la azota acabando con
muchos de sus ciudadanos, haciendo huir a otros y manteniendo confinado en sus casas a la mayoría.
En
la obra se revela un amplio trabajo de investigación en torno a Venecia, su historia,
sus personajes y la propia vida del pintor escrita con habilidad dados los
recurrentes saltos entre el presente y el pasado que se manejan, que pueden
llegar a confundir el lector, la novedosa inserción de los diálogos como parte
del texto descriptivo y su gran capacidad para diluirlo todo en un relato que
resulta ser muy atractivo desde le punto de vista cultural y del conocimiento
de la vida de un gran pintor.
Jacomo
Robusti, Il Tintoretto murió el 31 de mayo de 1594 y fue enterrado en la
iglesia de la Madonna dell ´Orto junto a su hija Marietta, en la cual había pintado una de sus obras que la retrata todavía niña como María que asciende las escaleras para su presentación en el templo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario